↱ Not So Secret Love ↲

Epílogo

Un par de semanas después de aquel fatídico día en el que Atenea y Noah se alejaron de forma definitiva, el castaño ha sido dado de alta del hospital, pero aún debe asistir a sesiones de fisioterapia dos veces por semana y a otras dos sesiones de terapia con una psicóloga que su madre ha encontrado para el y por recomendación de una amiga cercana.

No ha sido fácil continuar lejos de ella, mucho menos después de aquella discusión en la que sólo hundió más la relación que tenían y disminuyó las posibilidades de arreglarlo todo. Debido a los días de reposo que ha tomado y que apenas terminarán, no ha podido verla en el campus ni mucho menos, Newt y sus compañeros de equipo se han encargado de llevarle apuntes, documentos y ayudarlo a entregar sus tareas o proyectos cuando se requieren en físico.

Ya que por su situación, todos sus profesores fueron comprensivos y solidarios, se encargan de enviarle los temarios y apoyo audiovisual de cada clase, aceptan tareas digitales y han cambiado o pospuesto actividades para el, hasta que pueda presentarse. Por lo que no ha tenido necesidad de salir de su apartamento más que para asistir a sus terapias, las cuales, debe admitir han comenzado a funcionar apenas recién.

Nunca ha sido fácil para el ser expresivo, al menos no respecto a sus sentimientos y pensamientos, por lo que en su primera sesión se mantuvo con la boca cerrada y la mirada perdida, apenas respondía las preguntas de la psicóloga con monosílabos y sin el más mínimo atisbo de interés. Cuando Newt le dijo que Nea también estaba asistiendo a sesiones de terapia debido a la depresión que se aferraba a ella,—algo que supo gracias a Sky y que a ella le fue dicho por Maggie—, decidió ponerle más empeño a cada reunión con la Doctora Webster.

Se había equivocado, muchas veces y una era peor que la anterior, pero sabía que podía enmendarlo. Todo tenía remedio y si realmente amaba a Nea, haría todo bien a partir de ahora. No volvería a dejar que su orgullo la hiriera, que su desconfianza la insultara, que su egoísmo lo cegara y la dejara pisotearla. Se había dado cuenta de que ella tenía razón, que aún tenían muchas cosas que resolver individualmente y que de no hacerlo, no les permitirían estar bien.

Se había dado cuenta de errores que no había visto, pudo aceptar los que cometió y a dejar ir lo que no necesitaba en su vida, por ejemplo, Chloe Winthrop. El mismo día que discutió con Nea en el hospital, la morena lo visitó caída la noche y con una caja de cupcakes que esperaba pudieran animarlo después del mal rato que había pasado por la mañana. Así que con una sonrisa resplandeciente y su mejor atuendo, lo visitó más que feliz de que estuviera bien y hubiera despertado.

Noah realmente creyó que Nea estaba equivocada al respecto de la morena, especialmente por la ayuda que le había ofrecido y el consuelo que le daba debido a su corazón roto. Pero cuando los labios de Chloe se posaron sobre los suyos, buscándolo con fervor y ansia, suplicantes de ser recibidos y aceptados, todo quedó claro y se sintió aún más idiota que antes. Había salido del baño después de lo que el consideró una eternidad, le costó mucho retirar su ropa interior debido al dolor y a que sólo tenía una mano disponible.