Capítulo 22.3

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El humo de cigarrillo, las luces estroboscópicas, el gentío a su alrededor y el consumo lento de cócteles y tragos, envuelven e inhiben a la castaña de ojos azules, vestido negro de espalda completamente descubierta y que abraza su delicada siluet...

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El humo de cigarrillo, las luces estroboscópicas, el gentío a su alrededor y el consumo lento de cócteles y tragos, envuelven e inhiben a la castaña de ojos azules, vestido negro de espalda completamente descubierta y que abraza su delicada silueta, fuerte y sensual, mientras se mueve al ritmo de la música en compañía de Maggie, Sasha y algunos amigos de la morena.

Una gran sonrisa adormecida adorna su rostro sonrojado y ligeramente humedecido debido al sudor provocado por el movimiento continuo y el calor corporal de desconocidos, desprendido y enclaustrado en el interior del bar. Su cabello castaño ondulado y medio recogido danza junto con ella, aún despeinado Nea luce tan hermosa como es. Por primera vez en días se siente como ella misma, se siente genuinamente alegre y aquella sensación de soledad y tristeza la ha abandonado apenas puso un pie dentro del lugar.

Fue inevitable que la energía rebosante, poderosa y positiva del interior, se llevara el aura de depresión que traía encima y que no la dejaba ser. La atención masculina sobre ella la hizo sentir tan bien como a cualquier chica, había olvidado lo que es engrandecer tu ego gracias a tu aspecto o actitud. No se había fijado en ello desde que su relación con Noah comenzó, no sólo porque ya no le interesaba, sino porque la adulación sincera y devoción nata de parte de el, eran suficiente para ella.

Ahora que el no está a su lado, tomándola de la cintura de manera posesiva ni inflando el pecho orgulloso por tenerla con el, por poder bailar con ella y besarla hasta dejarla sin aliento, puede disfrutar de los tragos gratis que obtiene de parte de chicos que le han puesto el ojo encima, de las sonrisas coquetas y miradas que la escanean de arriba a abajo. De todas ellas, la que sobresale es aquella mirada verdosa que parece destilar peligro y pura sensualidad.

Las cejas pobladas y perfectamente delineadas hacen que aquellos orbes esmeraldas luzcan oscuros y feroces, algo que contrasta con la sonrisa socarrona y coqueta que brilla en el rostro de Jared apenas la han presentado con el. Durante el camino al bar el chico no se movió de su lado, si bien no comenzaron con una charla muy amena, su atención fue suficiente para hacerla sonrojarse. No han compartido más de cinco palabras desde que se conocieron, pero la atención de el sobre Nea ha sido suficiente.

Siente como la recorre de arriba abajo, sabe que disfruta bastante del escote que deja su suave y delicada espalda desnuda ante sus ojos, que disfruta de cada movimiento al ritmo de la música y que parece no parpadear siquiera. Su mirada le produce cosquillas, de pies a cabeza, por donde se pasea y por donde la admira, sólo deja una sensación placentera. Si eso es capaz de hacer con sólo mirarla, no puede imaginar que sensaciones es capaz de causar con sus labios, manos o con aquello que Sasha le ha asegurado, tiene una reputación ENORME.

Pero aún así, ni con tremenda belleza masculina detrás de ella, ni con aquella aura dominante y puramente sexual que la hacen tambalear, puede eliminar por completo de su mente a Noah. Sabe que no estaba contento cuando la vio emerger en el lobby con aquel vestido y esos tacones negros de aguja con diseño abierto y de tiras que son demasiado sexys para el. Sabe bien que todo su interior debió deshacerse en celos, pero no le importó, ni siquiera su ceño fruncido y mirada furiosa sobre su espalda.

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