↱ Not So Secret Love ↲

Capítulo 20.

Los pasos lentos y sin ganas de Nea, se abren paso a través del pasillo hasta llegar a la estancia silenciosa pero no vacía de su departamento. En el suelo yacen Sky y Newt profundamente dormidos y semidesnudos sobre la alfombra, el chico la rodea por la cintura y oculta su rostro en la melena rubia de la animadora. Una manta de color negro los cubre lo suficiente para evitar mostrar más de la cuenta.

Llegaron al departamento de sus amigos a las 5 de la mañana, entre tropezones y risas subieron a Newt, a Sky y a Maggie hasta el apartamento. Nea decidió darles asilo ya que su edificio era el más cercano y porque si los padres de la rubia la veían llegar en ese estado, muy probablemente decidirían enviarla a una escuela de monjas y jamás dejarla salir de ahí. Y las múltiples marcas redondas en su cuello de tonos morados y rojizos, habrían conseguido aún más problemas para ella y para Newt.

Así que se excusaron con su madre anoche, le dijeron que tendrían una pijamada en el departamento de Atenea y que ella la llevaría a casa por la tarde del siguiente día. Fue una llamada larga y tendida debido a la dificultad que tuvo la castaña para convencer a la Sra Muller, pero al final lo consiguió y le dio la oportunidad a sus amigos de disfrutar de su compañía, de la bebida y al parecer de preservativos con distintos sabores.

Y vaya que disfrutaron.

Atenea continúa su camino hasta la cocina para servir un enorme vaso con agua y volver a su habitación donde un desnudo y muy insaciable Noah la espera en cama. Con el cabello revuelto y una mirada enamorada la recibe en la calidez de su habitación, sólo una sábana lo cubre de cintura para abajo ya que durante la acción de la noche muchas de sus cosas terminaron en el suelo. Un par de almohadas, el edredón, su lámpara de noche, la ropa ya seca que usaron en la fiesta y sus celulares.

—Hey—lo saluda con una sonrisa pequeña mientras se acerca a la cama. Noah le sonríe devuelta detallando la manera en la que luce con su camisa puesta y nada más que eso.

—Hola, preciosa—Nea le extiende el vaso de cristal ofreciéndole agua, el lo toma con un gesto de gratitud y lo lleva a sus labios.

—¿Tienes hambre o prefieres dormir un rato más?

—Muero de hambre. Necesito algo de alimento para poder continuar disfrutándote—sonríe perverso dejando el vaso en su mesa de noche. La ojiazul ríe levemente recostándose a su lado, por lo que enseguida se ve envuelta entre sus brazos, recuesta la cabeza en el pecho desnudo de Noah mientras el acaricia su brazo de arriba a abajo.

—¿Desde cuando eres tan insaciable?

—Desde siempre, parece que no me conoces—Nea ríe de nuevo.

—Cierto, olvidé que antes eras como un prostituto.

Noah gime ofendido y le suelta una nalgada suave que consigue otra risa—Eso si me ofende, pero algo bueno salió de eso.

—¿Que no contrajiste una ETS?—la ojiazul lo mira alzando una ceja.

—No, boba—Noah rueda los ojos—Adquirí experiencia y conocimientos de manera práctica. Tu más que nadie debe agradecer eso, sólo tú lo disfrutas.