Capítulo 27.

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—No sé porque me dejé convencer de esto—ríe negando con la cabeza mientras la ayudan a ajustarse el traje de porrista que antes solía usar y que ahora parece negado a volver a entrar

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—No sé porque me dejé convencer de esto—ríe negando con la cabeza mientras la ayudan a ajustarse el traje de porrista que antes solía usar y que ahora parece negado a volver a entrar.

—Porque somos una leyenda en esta institución y merecemos ovaciones de pie—le responde Maggie orgullosa ayudándola a acomodarse la ajustada falda—¿Esto se encogió o tu trasero es más grande?—se queja mientras sube el cierre de la falda con un fuerte jalón.

Nea ríe—Enserio espero que se haya encogido—hace una mueca frente al espejo del vestidor de chicas antes de inclinarse para ajustar sus tenis blancos—¿Y que se supone que haremos?

—El director iniciará el partido mencionándonos con orgullo por nuestra aceptación en Harvard, hablará de aquellos tiempos en los que éramos más jóvenes y en los que le hicimos llenar el aula de victorias con trofeos y medallas.

—¿Y porque tenemos que usar el maldito uniforme?—se queja mientras ajusta el top y lo baja cuánto puede para evitar que sus pechos salgan a saludar a la multitud.

—Ah, esa fue mi idea. Así recordarán que nosotras fuimos las mejores y las más sexys porristas en muchas generaciones—echa su cabello hacia atrás haciendo a la castaña rodar los ojos—Ahora andando, va a comenzar.

Toma su mano y tira de ella con prisa llegando al campo justo en el momento en que el director comienza el discurso de inicio. Las nuevas porristas situadas frente al podio del director, las invitan a unirse a ellas con grandes sonrisas y saltitos.

—Es un verdadero orgullo recordar a antiguos y ejemplares alumnos que han emergido de esta noble institución. Tres estudiantes destacados de la generación anterior se encuentran hoy aquí—los vítores aumentan gracias a las porristas, los espectadores y el equipo de fútbol—. Comenzando con el anterior mariscal de campo que consiguió la victoria del campeonato Inter escolar e Inter estatal por tres años seguidos... ¡Noah Flynn!—lo señala en las gradas donde se encuentra acompañado de Chloe.

Nea y Maggie ruedan los ojos y hacen gestos de burla o asco mientras el castaño sonríe y saluda a los espectadores.

—También dos destacadas estudiantes que consiguieron que la escuela participara y ganara por primera vez en diez años, el campeonato nacional de animación. ¡Atenea Evans y Margaret Smith!—los aplausos y vítores aumentan cual rugido de parte de todos los presentes.

Las porristas se abren en formación dejando a ambas chicas en el centro y a la vista de todos. Los silbidos no se hacen esperar mientras sonríen y saludan con grandes sonrisas, reconociendo a más de uno entre tantos rostros.

—Nuestros tres alumnos fueron aceptados en Harvard, una institución de renombre que supo identificar el talento que esta escuela puede ofrecer—añade sonriente provocando más aplausos y vítores—Así que por favor le pido a la señorita Evans que suba al podio y nos regale unas palabras de aliento.

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