Capítulo 28.

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Entre carcajadas y pasos tambaleantes, Maggie y Nea se abren paso entre la gente, con los brazos enredados y el cabello alborotado

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Entre carcajadas y pasos tambaleantes, Maggie y Nea se abren paso entre la gente, con los brazos enredados y el cabello alborotado. Recién subieron a un juego mecánico llamado "Tornado", es una cabina de forma circular sin techo y con muchas luces de colores, donde la gente se sitúa de pie en el perímetro y se agarra de un par de tubos laterales que fungen como divisores. Gira a muchísima velocidad como si fuera una centrifugadora, por lo que la gente que se aventura en el termina mareada, pálida o con el rostro metido en un bote de basura para así expulsar hasta el alma.

Nea ha convencido a la pelinegra de probarlo y más tardó en hacerlo que lo que duraron ahí arriba. Bajar fue una proeza y una buena anécdota para el futuro, pues ahora ambas tienen un par de moretones en las piernas debido a una fuerte pero muy graciosa caída.

—Dios, sé que no soy una blanca paloma, pero no me lleves aún—suplica Maggie dejándose caer suavemente en el asfalto.

Su vista aún está borrosa y no deja de sentir que el piso se le mueve aún manteniéndose estática. Recostada espera que el efecto producido por ese horrible juego logre desaparecer y evitar a toda costa correr al sanitario de mujeres para devolver aquel rico burrito que devoró con tantas ansias hace ya una hora.

—Demonios—escucha a Nea reír mientra sujeta su estómago—Me duele el cuerpo—se queja mientras acaricia su muslo derecho y retira todo rastro de suciedad de sus jeans negros.

—Jamás te acompañaré a otro juego del demonio—se queja la pelinegra cubriendo su sonrojado rostro con ambas manos—¿No pudiste pedir ir al carrusel o a lanzar dardos? Hubiera preferido que me atravesaras con uno.

La castaña vuelve a reír—Deja de exagerar, fue una buena experiencia. Además salimos ilesas y limpias.

—Cierto. Pobre señor, terminó más bañado que una brocheta por ese niño—una mueca asco se instala en el rostro de ambas.

—Mejor olvidémoslo—niega rápidamente con la cabeza mientras extrae su móvil del bolsillo delantero de sus jeans.

La pantalla se enciende ante sus ojos dejando ver un nuevo mensaje de un chico de ojos verdes y boca sucia. Una risa se escapa de sus labios ante la imagen que le ha enviado y que no puede evitar, admirar de más.

•••

Galán de Ojos Esmeralda y TS. 💚

Este peluche podrías ser tú,
pero le tienes miedo al éxito.

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