↱ Not So Secret Love ↲

Capítulo 29.

Su cabeza comienza a moverse en negativa, siendo incapaz de formar una palabra coherente debido al terror que nubla su mente y vista. La sangre se le ha ido a los pies y ya nada sensato pasa por su cabeza, sólo se queda en ella la voz firme y la seguridad reflejada en el rostro de la castaña.

—Necesitamos sanar, separados, así que Maggie y yo nos mudaremos apenas volvamos. Ya no funcionamos juntos y ya es momento de dejarnos ir—Esta vez y para su sorpresa, su voz no tiembla y las lágrimas logran ser controladas—Debes dejar las fiestas, no puedes seguir recurriendo al alcohol y metiéndote mierdas que te hacen vomitar y perder la razón. Debes volver a ser tu o terminarás tres metros bajo tierra.

Jamas creyó que se le saldría de las manos. Comenzó a recurrir en las fiestas como una forma de desahogarse por las discusiones con Atenea, por la frustración acumulada, la presión de sus entrenadores y compañeros. Se embriagaba lo suficiente para sentirse relajado pero no tanto como para desmayarse o hacer una idiotez, si bien, tuvo muchas oportunidades y muchas opciones para traicionar a Nea, jamás lo hizo. Al menos no siéndole infiel, porque si que la ha traicionado.

Después se dejó convencer y probó unas cuantas pastillas de Molly. Se sintió como en el cielo y todos sus problemas desaparecieron durante su efecto. Se dijo que sólo sería una o dos veces y sólo para relajarse, pero aquella noche en la que la dejó plantada, la conversación con Chloe lo hizo enfurecer. Oírla decir que Nea estaba usándola de excusa para dejarlo y correr a los brazos de otro, porque es algo que muchas chicas hacen según ella, lo volvió loco.

Se pasó de tragos y aceptó más pastillas, para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde para llegar a la cita y en realidad, ni siquiera recordaba que existía. No creyó que Nea lo sabría, en verdad esperaba que no, no quería que viera a lo que había llegado por sus celos sin sentido y furia desmedida. Ahora que lo dice casi como una suplica, deseando que el se encuentre bien, todo cae como un balde de agua fría encima suyo y aumentan la culpabilidad en su interior.

—No puedo pelear por los dos si a ti ya no te interesa. No puedo cargar con ambos, lo intenté y de nada sirvió. Necesito tiempo para mi, tanto como lo necesitas tu. Así que por nuestro bien, he decido que todo termina aquí.

—No, no vas a dejarme. Sé que he sido un cabrón, pero te amo, Nea. Tan imbécil, tan idiota y sin cerebro, te amo. Eres mía y yo soy tuyo, no voy a dejarte ir—niega enseguida acercándose a ella para tomarla por los brazos. Las manos de la castaña se detienen contra su abdomen en un intento de mantener el espacio entre ambos—Tienes que dejarme arreglar esto, por favor, sólo una oportunidad. No volveré a decepcionarte.

—No, tienes que trabajar en ti, no vamos a poder continuar con todo esto que acumulamos—niega con la cabeza—Ya no confío en ti, tampoco en tus sentimientos.

—Nea, sabes que eres todo para mi...

—Me demostraste todo lo contrario, Noah. Necesitas cambiar antes de intentar arreglar nuestra relación.