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Septiembre 13, 1990
Hoy Ji Sung me dijo que él y mamá no habían buscado tener un bebé, pero que no me cambiaría por nada en el mundo.
Ojalá mamá algún día pudiese decirme algo similar.
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Para cuando Jungkook volvió a llamarlo al día siguiente, Jimin se encontraba bastante peor.
— ¿Cómo te encuentras, cariño?
— Fatal — reconoció con un hilo de voz.
— De acuerdo. Ahora mismo iré a verte.
— No hace falta, Jungkook.
— ¿Llamarás a un médico? — preguntó escéptico.
— No hace falta. Me tomaré algo.
— Iré a verte, Jimin — insistió. — No entiendo qué problema tienes con los médicos.
— No me gustan los médicos — confesó con un quejido vergonzoso.
Jungkook no pudo más que reír.
— Pero yo sí te gusto ¿no?
— Sí.
— Genial, entonces yo mismo iré a verte.
Cuando Jungkook llegó al departamento, Sasha se encontraba allí y se había preocupado bastante al ver al chico tan decaído.
Se presentó como el médico de Jimin y fue directamente a la habitación de éste.
— Cariño, ¿cómo estás? — inquirió sentándose en el borde de la cama.
Se le veía débil. El rostro colorado y sudoroso por la fiebre que no lograba remitir, y los ojos levemente enrojecidos.
— No muy bien — confesó con un intento de sonrisa. — Tengo escalofríos y bastante tos. Pero me duele todo el cuerpo al toser e incluso al respirar — se quejó.
— Esto no se ve bien, cariño — dijo preocupado ayudándolo a sentarse en la cama. — ¿Dónde te duele?
— El tórax mayormente — explicó. — Pero siento apaleado todo el cuerpo.
Jungkook le hizo un reconocimiento, auscultando sus pulmones y su respiración antes de sugerirle llevarlo al hospital.
— Oh, Jungkook, no creo que haga falta — dijo volviendo a tumbarse en la cama.
— Yo creo que sí — le contradijo. — Me gustaría que te hiciéramos una radiografía
— ¿Una radiografía? ¿Por una gripe? No creo que debamos despilfarrar los recursos del hospital — sonrió cerrando los ojos mientras estiraba la mano para entrelazarla con la de él.
— Cariño, insisto. Deberíamos hacer una radiografía. Podría ser neumonía, Minnie.
— Oh, no lo creo.
— ¿Qué tal si dejas que yo lo decida, considerando que soy el médico?
— Es que tú exageras.
— Tal vez sí, pero si no quieres que te lleve por la fuerza, mejor será que aceptes venir conmigo. Te prometo que te traeré de vuelta si no es nada.
— Tú eres pediatra — discutió.
— Lo sé. Te dejaré en manos de un médico de adultos, si lo prefieres.
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Ilusiones prestadas
ФанфикLlevaba toda la vida preparándose para ser el bailarín principal y finalmente lo había conseguido. Y ahora parecía que sus sueños habían cambiado y estaba dispuesto a cambiar su mundo. Pero ¿y si en realidad sus sueños nunca hubiesen sido aquellos...