Capítulo 24

1.2K 208 8
                                    

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Octubre 20, 2005

Éste es el momento de tomar una decisión.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

— Lisa — gimió en reconocimiento.

La joven, claramente confusa, se volteó con intención de volver a entrar en el departamento, aunque sus movimientos eran erráticos.

— ¡Lisa, espera! — la llamó corriendo hacia ella para detenerla.

— No, déjame — dijo ella con la voz rota revolviéndose en su abrazo.

— No, Lisa, cariño, espera — pidió.

— Déjame, por favor. Quiero irme — susurró ella nerviosa. — Tengo que irme.

— Espera, Lisa, tenemos que hablar — le dijo y ella detuvo sus movimientos.

Namjoon se acercó a ellos.

— Jungkook, id al estudio — le ofreció para que tuvieran intimidad y también porque para llegar allí no tendrían que pasar por el salón donde estaban todos los demás.

Jungkook la rodeó con sus brazos y la guio hasta el estudio. La ayudó a sentarse en el sofá de piel marrón antes de dirigirse a la licorera y servir un vaso con whisky y entregárselo a la chica.

Las manos de Lisa temblaban sacudiendo el líquido ambarino. Las lágrimas rodaban sin control por sus mejillas, mientras sus preciosos ojos azules se enrojecían clavados en el vaso que tenía en las manos.

En silencio Jungkook se sentó en el mismo sofá aunque en la esquina opuesta, con una copa idéntica.

El silencio era ensordecedor, y aunque él sabía que tenía que decir algo, las palabras no lograban abrirse paso entre sus labios.

— ¿Quién es? — preguntó ella en un susurro por fin.

Jungkook la observó y nuevamente se sintió un canalla. Era tan preciosa, tan honesta, tan generosa, y él no era capaz de amarla como ella se merecía, y no lograba entender por qué.

— ¿Es importante? — murmuró pero no logró que la mirada de ella abandonara sus manos.

— No, — reconoció — pero necesito saberlo.

Soltó un suspiro triste antes de hablar.

— Park Jimin — confesó y al fin logró que ella le mirara.

— ¿Park Jimin? — gimió ella y nuevamente las lágrimas desbordaron sus ojos.

La chica se recostó en el sofá y dio un trago a su bebida. Tras un largo silencio indagó.

— ¿Desde cuándo? — preguntó sin mirarle. — ¿Desde que os reencontrasteis?

— Estuvimos juntos sólo una vez un mes después de esa noche, y decidimos que no podía ser, así que dejamos de vernos. Pero hace algo más de un mes, hemos vuelto a vernos y hemos estado juntos desde entonces — declaró con la mirada fija en su regazo.

Era duro estar diciéndole todas esas cosas a Lisa. Era sin lugar a dudas lo más duro que había hecho en su vida, pero de alguna forma sentía estar liberándose.

Liberándose de la culpa y el remordimiento. Sabía que le estaba haciendo mucho daño a su novia, pero sabía que también le evitaría mucho más.

— ¿Tú lo buscaste o te buscó él a ti?

Ilusiones prestadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora