Capítulo 32

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Agosto 15, 1992

Jungkook tiene un hermano pequeño, Taehyung.

Es precioso y encantador, pero me mira todo el tiempo como si estuviese celoso.

Jungkook dice que él es su hermano favorito, y creo que es así.

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Sasha hizo pasar a Jungkook hasta la nueva habitación de Jimin.

Ya que Min Ho se había marchado sin llevarse sus cosas, Jimin decidió dejar la habitación que compartían y con ayuda de Sasha, se trasladó a la habitación de invitados que había compartido con Jungkook unos días atrás.

Sin dudas, Jungkook se sintió complacido al verlo.

— Señor Jimin — le llamó la mujer. — Tiene una visita.

Jimin miró hacia la puerta y sonrió al ver a Jungkook sonriente detrás de la mujer.

Estiró la mano y eso le obligó a entrar.

— Jungkook — murmuró con una sonrisa que iluminó la habitación.

— Hola, cariño — respondió en voz muy baja acercándose a él.

Besó su frente con ternura mientras se sentaba junto a él en el borde de la cama.

— ¿Cómo te encuentras, amor?

— Bien, creo que un poco mejor. Sólo estoy exhausto y duermo mucho — sonrió.

— Disculpen — les interrumpió Sasha y ambos la observaron. — ¿Puedo ofrecerles algo de beber?

Jimin le observó interrogante.

— No, gracias — declinó la oferta. — No podré quedarme mucho rato.

— ¿Podrías traerme un té, Sasha, por favor?

— En seguida, señor.

La mujer los dejó solos y Jimin enredó sus dedos con los de él.

— ¿No puedes quedarte?

— Tengo que ir al hospital, amor, pero no quería hacerlo sin ver cómo estabas. ¿De verdad te encuentras mejor?

— Un poco. No he vuelto a tener fiebre.

— Tienes que cuidarte, Minnie. Nada de excesos.

— No te preocupes. Te he echado de menos — confesó.

— Y yo, amor, no te imaginas cuánto. Pero no me atrevía a venir.

— Lo entiendo. Pero Min Ho ya no está aquí, y aunque él no quiera aceptarlo, él y yo ya no estamos juntos, así que puedes venir cuantas veces quieras.

— ¿Fue duro contigo?

— No. En realidad creo que ni siquiera me tomó en serio.

— ¿Por qué?

— Sólo le vi por diez minutos. No creo que sea tiempo suficiente para romper una relación de una década. Sé que es infantil, pero no quería seguir estando contigo sin haber hablado con él.

— Entiendo. Yo tampoco lo deseo.

— Pero desde luego que no sé si lo que tuvimos puede considerarse una charla. No fue muy adulta.

Sasha entró con una bandeja con una tetera y dos tazas por si Jungkook cambiaba de opinión.

Jungkook sirvió dos tazas declinando la oferta de café que le hizo Sasha, y le acercó una a Jimin.

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