Capítulo 35

1.3K 234 27
                                    

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Diciembre 23, 1992

Lee Min Ho.

Mamá lo ama. Dice que él se encargará de hacerme grande en el mundo del ballet.

No sé si sus métodos me gustan tanto como a ella.

Min Ho me exige demasiado. Insiste en que deje el instituto y si no fuera por Ji Sung, mamá se lo hubiera permitido.

Ni hablar de que no aprueba que tenga novio.

¿Quién coño se cree que es?

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Respirando con una calma que hacía días no sentía volvió a su departamento.

El teléfono repicaba en el salón en cuanto entró.

— ¿Diga?

— Jimin — la voz de Min Ho sonaba cortante.

— Min Ho.

— Te he llamado al móvil.

— Me lo había olvidado.

— ¿Dónde estabas?

Le indignó el tono tajante y posesivo de Min Ho pero contestó adiestrado con diez años de sumisión.

— Me acabo de reunir con Siwon.

— ¿Por qué?

— Ayer tuve consulta con mi médico.

— ¿Qué te han dicho? ¿Cuándo podrás viajar?

— De momento no puedo reintegrarme ya que tengo que comenzar a ejercitarme poco a poco.

— ¿Qué coño significa eso? — gruñó molesto.

— Eso. Que no me incorporaré a la gira.

— ¿No te incorporarás a la gira? ¿Nunca?

— En principio tengo un par de meses, así que parece que no. Nunca.

— Por Dios, cómo se puede ser tan inútil — bufó. — ¿Y qué ha dicho Siwon?

— Que me cuide y me mejore.

— ¿Eres consciente de que probablemente quedes fuera de la compañía?

— No es lo que ha dicho el director, pero sí, soy consciente.

— Siwon no dudará un instante en echarte de la compañía, sin importar lo increíblemente bueno que creas ser.

— Pues que lo haga, Min Ho — rezongó harto al fin. — Que lo haga. Que me eche. ¿Crees que no podré sobrevivir? Lo creas o no, he ahorrado dinero suficiente como para vivir sin trabajar durante una temporada. Después ya se me ocurrirá cómo ganarme la vida.

— Años de trabajo para tirarlos por la borda — comentó él despectivo.

— Son MIS años de trabajo, así que no creo que te importe. Tú y yo ya no somos nada así que no te preocupes por mí. De ahora en más sólo eres el coreógrafo de la compañía de ballet de la cual yo sigo siendo el bailarín principal.

— De momento.

— Pues sí, de momento. Tal vez tengas razón, pero ese es mi problema, no el tuyo, por Dios.

— Tus días como bailarín principal están contados, Jimin — dijo amenazante.

— Vete al infierno. ¿Quién va a sustituirme? ¿Min Hani?

Ilusiones prestadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora