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Julio 28, 1992
Jungkook me presentó a Na Ra y Joon Hyung.
Desde luego que ya me conocían, pero no como novio de su hijo.
Fueron encantadores. Na Ra es la madre que yo habría elegido si hubiese tenido opción.
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— ¿Qué haces aquí? — preguntó al encontrarse con su hermano en la puerta del departamento.
Abrió la puerta y entró dejando pasar a Namjoon al interior.
— Te estaba buscando — le contestó con tono fastidiado.
— ¿Te apetece un café? — ofreció mientras llenaba la cafetera de agua y ponía café molido en el filtro de papel.
— Sí, gracias — aceptó Namjoon quitándose el abrigo que colgó en el perchero que había junto a la puerta. — Fui a buscarte al hospital y me dijeron que te habías tomado el día, luego fui a tu casa y tampoco había nadie allí así que intenté probar aquí y el portero me dijo que habías dormido aquí y pensé esperarte. ¿Te has instalado aquí?
— Sí. Lisa va a quedarse en el otro departamento hasta que decida qué hacer.
— Woozi me dijo que Lisa se marchó hoy con un par de maletas.
Jungkook le observó sorprendido. Woozi, el portero de su edificio, solía ser el hombre más discreto que Jungkook conocía.
— Debería hablar con ella — dijo en un suspiro a la vez que servía dos tazas con el líquido humeante que había acabado de filtrarse — pero temo lastimarla más aún.
— ¿Qué le dijiste? — indagó Namjoon sentándose en el taburete frente a la barra que separaba la zona de la cocina del salón.
— Toda la verdad — reconoció apoyándose en la encimera apretando la taza entre sus manos a forma de calentarlas.
— ¿Cómo se lo tomó?
— Mal. ¿Cómo si no?
— Le dijiste que es Jimin.
— Sí.
— Pobre chica.
— Lo sé. Pero ¿qué podía hacer, Namjoon? No podía continuar engañándola. Engañándola a ella, a Jimin, a mí mismo...
— Lo sé. Creo que es lo mejor que podías hacer pero no por eso deja de ser duro. Seokjin quiere matarte.
— Se lo explicaste a Jin.
— No me quedó otra. Son más de dos años, Jungkook, todos nos hemos encariñado con Lisa. ¿O acaso crees que todos se lo tomarán bien? ¿Cómo crees que se lo tomará mamá? La has jodido, esa es la verdad.
— Lo sé, pero de nuevo te pregunto ¿qué tenía que hacer?
— Nada, Jungkook. Esto es justamente lo que tenías que hacer, no hay más.
Bebieron en silencio antes de que Namjoon pusiera en palabras la pregunta que flotaba en el ambiente.
— ¿Has hablado con Jimin?
— Sí.
— ¿Le explicaste lo sucedido? — Jungkook asintió en silencio. — ¿Y ahora qué?
— No lo sé
— Pero Jimin sigue con Min Ho.
— Va a dejarlo.
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Ilusiones prestadas
Hayran KurguLlevaba toda la vida preparándose para ser el bailarín principal y finalmente lo había conseguido. Y ahora parecía que sus sueños habían cambiado y estaba dispuesto a cambiar su mundo. Pero ¿y si en realidad sus sueños nunca hubiesen sido aquellos...