Capítulo 21

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Diciembre 14, 2001

Hoy Min Ho y yo cumplimos nuestro quinto aniversario.

Cinco años y yo quisiera tener algo más serio.

Creo que ya es tiempo de ir más allá, pero Min Ho no parece darse por aludido.

¿Cuándo vamos a comenzar a formar nuestra propia familia?

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Jungkook llegó a su departamento con un creciente malhumor. Lisa acababa de salir de la ducha y estaba en la habitación aún cubierta solamente por una toalla blanca.

— Hola — la saludó con voz dura.

— Hola, cielo — le contestó ella con una voz tan dulce que le hizo sentir culpable.

— Hola — repitió suavizando el tono, mientras se sacaba la corbata y la americana para colgarlas en el armario.

— ¿Cómo estás, cielo? — ronroneó ella acercándose a él seductora para desabotonarle la camisa.

— Bien ¿tú qué tal?

— Mmm, podría estar mejor...

— ¿Ah, sí?

— Sí, pero ya me ocuparé de eso — dijo deshaciendo con disimulo el nudo de su toalla y dejándola caer al suelo.

Jungkook no pudo sonreír.

— Estoy agotado, Lisa — explicó dándole un pequeño besito en la nariz.

— Últimamente siempre estás agotado — dijo ella con un mohín mientras bajaba la cremallera de sus pantalones y los bajaba junto con sus boxer.

Recorriendo su vientre con la lengua, se puso de rodillas frente a él para introducir en su boca, el pene aún flácido pero que poco a poco se erguía entre sus piernas.

Incómodo y culpable tiró de ella poniendo las manos bajo sus axilas.

— Detente, cariño — pidió sorprendiéndola.

La chica le miró aprensiva y se puso de pie frente a él.

— ¿Estás bien, cariño? preguntó rodeando su cuello con los brazos.

— Sí, cielo, sólo estoy cansado. Quisiera darme una ducha.

— De acuerdo aceptó ella apenada. — Recuerdas que tus hermanos vendrán a cenar hoy, ¿verdad?

— Diablos gruñó recordando sus planes para esa noche.

— Lo siento, Jungkook, ¿preferirías que canceláramos?

— No, cielo, en absoluto. Sólo me daré una ducha y me relajaré.

Casi no había hablado en toda la velada y no pasó desapercibido para sus visitas.

Estaba solo en la terraza limpiando la barbacoa, cuando Namjoon salió con dos botellines de cerveza.

Le entregó uno en silencio y él dio un trago sin mirar a su hermano.

— ¿Al fin me vas a decir qué pasa?

— No tengo ganas de charlas, Namjoon — dijo molesto.

Hoseok se unió a ellos mientras sus parejas bebían café haciendo planes para las futuras bodas.

— Si escucho hablar una vez más sobre tartas de bodas o flores, voy a estallar — dijo Hoseok acercándose a ellos — Hey, Jungkook ¿cómo estás?

Ilusiones prestadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora