Capítulo 38

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Abril 25, 1993

¿Cómo hace Jungkook para saber siempre, exactamente, lo que necesito?

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— ¿Disculpa? — preguntó mirándola sin comprender — ¿De qué estás hablando?

— Jimin ha estado en el hospital hoy. — Lo sé. Tenía que recoger sus analíticas, por lo de la neumonía — reconoció y sus palabras lo hicieron temblar al vislumbrar lo que Lisa había querido decir.

— En sus análisis de sangre se encontraron altos niveles de hCG.

— ¿Qué? — gimió recostándose en su asiento.

— Está embarazado. Kang contactó conmigo porque en su historial yo figuraba como su última ginecóloga.

— Dios mío. ¿Lo examinaste?

— Le hice una ecografía. Tiene unas cuatro semanas de embarazo.

— Oh, Dios.

— Dijo que tú eres el padre — le dijo y al fin la observó estremeciéndose.

Allí estaba su ex prometida, aquella a la que había traicionado, diciéndole que el chico con el que la había engañado estaba embarazado. ¿Podía ser el destino más cruel y retorcido?

La observó estupefacto y dolido por estar haciéndola sufrir de esa forma.

— Lamento que te vieras involucrada en esto, Lisa — confesó.

— Te aseguro que más lo lamento yo. Tener que llevar el embarazo de la persona que se acuesta con quien era mi prometido...

— Lo siento. Pero no entiendo por qué vienes tú a decírmelo, se supone que es secreto profesional...

— Ya — replicó irritada. — ¿Vas a denunciarme por violar el secreto profesional?

— Desde luego que no, pero es que me extraña que me lo digas tú.

— ¿Acaso ha venido el a decírtelo?

— No, pero...

— Estaba en el hospital y se ha marchado en lugar de venir a decirte que espera un hijo tuyo.

— Disculpa — replicó molesto — pero no creo que sea asunto tuyo.

— Tal vez no lo sea, pero pensé que tal vez quisieras saberlo antes de que se practicara un aborto y no pudieras opinar.

— ¿Jimin dijo que se vaya a practicar un aborto? — indagó incrédulo.

— No, pero tampoco dijo que no fuese a hacerlo.

— Jimin no se haría un aborto sin consultarlo conmigo.

— ¿No? ¿De verdad estás seguro de ello? Te recuerdo que su carrera se podría acabar si tuviera un hijo. ¿Cuánto crees que le importa su carrera? ¿Menos que tú o más?

— No entiendo qué pretendes, Lisa, ¿sembrarme dudas?

— No. Sólo no permitir que seas ignorante de algo que te afecta de lleno.

— Pues gracias, pero no te preocupes por mí.

— Vete al infierno — gruñó molesta antes de levantarse y dejar su consultorio.

Cuando Lisa salió, Jungkook se dejó caer contra su asiento con la cabeza dando mil vueltas.

Levantó el teléfono y marcó el número de Jimin. La llamada fue directa al buzón de voz.

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