La semana pasó rápida y el ambiente tenso que se formó el segundo día de clases se esfumó por completo. Mía ya no se preocupó más por la inesperada visita de su padre, cuya fecha aún no conoce, y yo no volví a llegar tarde a clases, ni tuve que ir en la Harley de Ethan. Todo iba bien.
– ¿Por qué lleva siempre esa falda? ¿No ve que le queda fatal? – dice Lydia refiriéndose a nuestra profesora de Química, la señora Parker. Yo me río de ella.
– A lo mejor al señor Clark le gusta – dice Mía y centra la vista en nuestra profesora.
El señor Clark es nuestro profesor de Literatura y corre el rumor de que una vez salieron los dos del laboratorio con la respiración agitada y ella despeinada.
Le doy un mordisco a mi hamburguesa y en ese momento llegan Axel, Sam e Ethan por detrás de Mía. Axel nos hace una seña de que nos mantengamos calladas y se acerca a Mía para taparle los ojos con las manos.
– ¡Axel! – dice Mía tirándose encima de él. Se besan sin darles importancia que los están mirando todos.
Ethan y Sam se sientan en la mesa y Mía y Axel hacen lo mismo después de su empalagosa muestra de cariño.
– ¿Qué tal chicas? – pregunta Ethan mirándome.
– Bien, estábamos mirando la preciosa falda de la señora Parker – dice Lydia riendo.
Sam se ríe también y veo como Lydia se pone roja. ¿Espera? ¿Qué me he perdido?
– ¿Os habéis enterado de las nuevas noticias? – pregunta Axel dirigiendo su mirada a nosotras por primera vez desde que llegó.
– ¿Qué noticias? – pregunto mirándolos a los tres.
– Al final la Fiesta de Bienvenida será en casa de Fanny – dice Sam.
Según me contaron las chicas e Isak, todos los años se organiza una Fiesta de Bienvenida para los nuevos alumnos la primera semana de clases. Isak dice que se empezó a organizar para que los nuevos no se sintiesen tan reemplazados en la dinámica del instituto y Lydia opina que es una tontería que ingenió el representante estudiantil para tener una escusa para hacer fiestas.
Y sinceramente opino como Lydia.
– ¿Y eso por qué? ¿Ese tipo de fiestas no se hacen en el instituto? – pregunto un poco perdida.
– Sí, pero el director es el padre de Fanny y hará todo lo que le pida su niñita – dice Lydia con una cara de asco. Me río de ella.
– Además, así los profesores no tendrán que preocuparse por nosotros – dice Ethan –. Os aseguro que esa casa va ha estar llena de alcohol.
– ¿Y cuándo es la fiesta al final? – pregunta Mía.
– Mañana a las diez de la tarde – contesta Axel.
– ¡Ah! ¡Chicas tenemos que ir de compras! – me llevo la mano a la frente al escuchar a Mía y me río.
Acabamos de comer los seis y quedamos para ir juntos a la fiesta después de avisarle a Isak.
Cuando las clases se acaban, salgo del instituto tras despedirme de las chicas y cojo rumbo a mi edificio, puesto que ahora ya me sé el camino de memoria.
Sin embargo, escucho a un par de alumnos hablando de la playa y en ese momento siento la necesidad de ir. Desde que llegué no he tenido tiempo así que me decido caminando por el aparcamiento.
– ¿Quieres que te lleve a casa Eila? – pregunta Ethan sorprendiéndome cuando paso por su lado.
– Em... no, no hace falta. Voy a casa de mis abuelos – le digo mientras coloco bien el asa de la mochila.
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[1]Desde que te conocí
Teen FictionCada persona que conoces está luchando una batalla que desconoces, así que sé amable siempre -*- Eila Cooper es una adolescente como otra cualquiera que vive en Londres desde hace años con sus padres. Cansada de los problemas familiares e impulsad...