[1]Desde que te conocí

Capítulo 13

El lunes amanece nublado, lo que me quita las ganas de levantarme de la cama. El despertador no para de sonar y la poca luz que hay me molesta en los ojos, por lo que, muy a mi pesar, me levanto.

Me doy una ducha rápida y voy aún con la toalla en el pelo a cambiarme. Me pongo un pantalón vaquero simple y una camiseta corta de rayas, que combino con mis Converse blancas.

Desayuno una taza de humeante café y cuando termino cojo la chaqueta y la mochila y salgo de casa cerrando con llave.

En el instituto todo el mundo está disperso por los pasillos, casi gritando y sin prisas, no como todos los días. Me dirijo a mi taquilla en donde diviso a las chicas.

– Hola – las saludo y ellas me devuelven el saludo –. ¿Qué le pasa hoy a la gente?

– ¿No te has enterado? – me pregunta Lydia y yo niego con la cabeza. No tengo ni idea de a lo que se refiere –. Han adelantado el partido de fútbol americano para la mañana, porque por la tarde no puede el equipo rival.

– Ah ... – digo sin darle mucha importancia.

– Los chicos juegan, tenemos que ir a animarlos – dice Mía emocionada.

– ¿Para eso no están las animadoras? – pregunto abriendo la taquilla y dejando los libros de la mañana, que he cargado para nada.

– La capitana de las animadoras va a animar solamente a "su chico" – suelta Lydia con un ápice de ironía.

– ¿Quién es la capitana de las animadoras? – pregunto curiosa.

Las dos me miran con una cara de "¿Enserio no lo sabes?". Alzo las cejas esperando que me lo digan. A estas horas de la mañana mi cabeza no funciona tan rápido como de costumbre.

– La Reina Fanny es la capitana de las animadoras – comenta Lydia.

– Wow, inesperado – exclamo con ironía mientras caminamos hacia la multitud.

Llegamos al campo de fútbol americano junto con una gran cantidad de estudiantes. La mitad de las gradas están llenas de gente que no conozco y que supongo que vienen para animar al otro equipo. Nosotras nos sentamos en la segunda fila de gradas para poder ver bien el partido.

El campo empieza a llenarse de chicos. La mitad de ellos visten una equipación de color granate y negro, mientras que el otro equipo está vestido con un traje verde y blanco. Nuestro equipo es el granate. Los lobos.

Cada equipo se dirige a una esquina del campo y se juntan en un corro alrededor del entrenador. Están así durante varios minutos, que aprovecho para ver la gente a mi alrededor, aunque mi atención la acaba captando el equipo de animadoras cuando salen de un pasillo debajo de las gradas.

La gente las observa mientras hacen los pasos de baile que supongo que dan inicio al partido. Distingo a varias chicas que he visto en clases, pero mi atención se la lleva Fanny que baila perfectamente sincronizada con su equipación blanca y granate y su pelo rubio recogido con un lazo del mismo color.

Es imposible negar que es una chica muy guapa y además de eso talentosa.

Cuando las animadoras terminan con una pirueta impecable, se escucha el silbido del arbitro y todos los jugadores se colocan en una posición determinada en medio del campo.

Consigo divisar a Ethan en medio de tanto casco. Es el que está en el centro para coger el balón. En su camiseta lleva impreso el número 11 y, sobre él, su apellido: Coleman. En frente hay un chico de anchos hombros, que al principio no logro distinguir, pero cuando el arbitro vuelve a tocar el silbato, dando comienzo al partido, me doy cuenta de que es Tonny.