Capítulo 6

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 – No te pases con el maquillaje – le pido a Lydia, mientras extiende la capa de base que acaba de echar sobre mi piel.

Yo la verdad es que soy muy mala maquillándome, y Lydia es toda una experta. Mía y yo le dijimos más de una vez que debería hacerse un canal de Youtube, pero ella siempre se reía de nosotras.

– Tranquila, yo sé lo que hago – dice ahora aplicando máscara de pestañas.

Mía se está maquillando en el baño y nosotras estamos en la isla de la cocina, porque, según Lydia, hay mejor luz. Unos minutos después Lydia acaba y yo voy a mi habitación para ver como quedó.

Me sorprendo al verme en el espejo. Llevo puesta una falda rosa pálido, diez centímetros por encima de la rodilla, con flores y una cinturilla que tiene brillantes. La blusa blanca decorada con diversos bordados va por dentro de la falda y en mis pies lucen unos zapatos marrones de tacón.

Me miro la cara y no llevo mucho maquillaje. Los labios están pintados de un marrón claro que combina con los zapatos y los ojos los llevo de un color rosa también claro, que le da un toque de color al conjunto.

– ¿Qué? – pregunta Lydia entrando en la habitación –. ¿Te gusta?

– Mucho – digo sonriéndole –. Gracias.

Me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. Lydia lleva puesto un vestido negro sin tiras, cuatro dedos por encima de la rodilla y unas sandalias de tacón también negras. El pelo lo lleva recogido en una especie de moño que deja dos mechones sueltos enmarcando su rostro. Su maquillaje es más fuerte que el mío pero le queda muy bien.

– ¿Qué tal estoy? – dice Mía entrando en la habitación.

Lleva puesto también un vestido, pero el suyo es rosa claro. Es tan corto como mi falda y tiene una especie de cinturón dorado. Es de tiras, y con su pelo suelto alrededor, le queda muy bien. Lleva unas sandalias doradas de tacón, y su maquillaje es discreto como el mío.

– Guapísima – dice Lydia dándole una vuelta.

– Vosotras también – dice Mía mirándonos.

Nos reímos repentinamente y vamos hacia el sofá para sentarnos mientras esperamos a los chicos.

Mía le manda un par de mensajes a Axel que nos cuenta que se están preparando y tras posar a regañadientes para una foto que Mía le envía, Axel hace lo mismo mandándonos una en la que Sam sale con la camisa a medio abrochar y una mueca muy graciosa.

Por el rabillo del ojo noto como Lydia se acomoda nerviosa en el sofá.

– Hey Lyd – digo para llamar su atención. Ella me mira –. ¿Qué te pasa con Sam?

En el momento en el que pronuncio esas palabras se pone roja como el otro día en clases.

– Espera que me pierdo – dice Mía incorporándose en el sofá –, ¿qué pasó con Sam?

– Pues que le sonrió a Lydia y ella se puso tan roja como ahora que ha visto su foto – le contesto a Mía.

Lydia suelta un bufido antes de intentar levantarse del asiento, pero yo la agarro del brazo y la vuelvo a sentar.

– Como digáis algo os mato, que ya os conozco y soléis iros de la lengua rápido – advierte Lydia cuando se calma –. Me gusta Sam... solo un poquito eh, no pongáis esa cara.

Sin embargo, Mía y yo soltamos un gritito de fangirl , haciendo que Lydia ruede los ojos.

– ¡Hacéis buena pareja! – la pico como ella hizo conmigo antes.

[1]Desde que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora