— Vamos, Irina — escucho de mi monitor—. En guardia y... — resuena el pitido y empiezo a dar algunos toques.
No presto atención a nada distinto a mis movimientos, siempre el mismo baile hasta que algo lo hace destacar. Punto, la punta del florete toca el chaleco. Doy un pequeño salto en el sitio sacándome la máscara.
— ¡Te gané! — le digo dejando caer el arma al suelo, él ríe y asiente, es lo más cercano a una familia que tengo aquí— Por fin, estaba harta de ir siempre detrás de ti — le guiño un ojo y me agacho para recoger el florete—. ¿Tienes clase ahora? — asiente echando un vistazo al reloj de la sala— Pues me voy, que he quedado — le sonrío, él me da un toque en la cabeza y me guiña un ojo.
— Con cuidado, mona.
— Hasta mañana, Sergio — le mando un beso cruzando las puertas hacia los vestuarios.
Solo me fijo en la cantidad de gente que hay, y eso empieza a agobiarme. Agarro mi mochila y salgo del gimnasio casi sin pensar. O eso intento.
Es inconsciente que mi cabeza no piense en el rostro de la chica de ojos verdes que reía junto a una pelirroja a un lado del baño, quizás se reían de mi. Bajo la mirada a mi vestimenta, el traje. Suspiro buscando el pasillo de los servicios, donde me meto casi corriendo.
Me cercioro de que no hay nadie antes de empezar a quitarme la ropa, que guardo perfectamente doblada en el bolso de deporte. Además de eso, me deshago del top rosa deportivo para ponerme una camiseta limpia. Me miro en el espejo y peino un poco mi larga melena.
Inspiro profundamente buscando mis ojos en el espejo, trago saliva mientras asiento. Sonrío, parece bastante forzado, pero lo ignoro, colgándome del hombro la mochila y saliendo hacia el pasillo. Camino entre el grupo de gente que ahora va por los pasillos, con la mirada fija en mis pies, uno delante del otro.
Mi teléfono resuena en mi mochila, levanto la cabeza e intento salir rápido de la muchedumbre, pero soy incapaz de no caminar de esta manera. Una vez cruzo la recepción, apoyo el bolso sobre unos asientos y rebusco en los bolsillos el móvil, veo la hora, voy con tiempo. Leo un par de mensajes de Bels, entro para ver las fotos del espectáculo. Muerdo mi labio inferior bajando la pantalla y veo un par de pdf en el chat.
Salgo de la aplicación de mensajería y entro en las llamadas. Pulso sobre el nombre de Bels y llevo el dispositivo a mi oreja mientras cierro todo para salir hacia el bar. Camino al lado derecho de la carretera, por la acera, en la zona más pegada a la carretera.
— Dime — escucho su voz agitada, alzo la mirada hacia el cielo cogiendo aire.
— ¿Cuándo me ibas a decir que íbamos a ir al partido? — murmullo, ella suspira al otro lado — Entiendo que estés ocupada, pero sabes que necesito un orden, Bels, lo sabes y...
— Irina te lo había dicho...— murmura al otro lado de la línea, las luces de los coches me alumbran de frente mientras sigo caminando, un pie frente al otro, ignoro la presión que se me acumula en el pecho—, pero... es que creo que debo ir, Nico se merece una sorpresa, algo por todo lo que le he hecho pasar — alzo las cejas, evitando decirle que él no mereció la mitad de lo que pasó, pero muerdo mi labio inferior escuchándola—. Y cómo te gusta el fútbol, pues... — asiento.
— No me gusta el fútbol, pero sí el deporte — la corrijo, me pongo frente a un semáforo y pulso con la mano derecha el botón, la limpio dos veces contra la pierna de mi pantalón mientras miro hacia el muñeco rojo de enfrente.
— Cierto... Aunque si no quieres ir puedo ir yo sola — hago una pequeña mueca bajando la mirada hacia mi mano, siento que un dolor se me instala en el estómago.
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Manhattan • Ansu Fati
FanficM | MANHATTAN (Dream Teen #3) "Tú y yo en la cama, pecado carnal. Fuera de voces, mentiras, susurros, deshonra y palabras. Llegó a mi vida me sana y se larga. Nada se queda para siempre si salva." o La historia de Ansu e Irina