Cinthia y Santiago son amigos de toda la vida.
Ella es romántica y soñadora. Una joven dulce y encantadora que desde pequeña imaginó que vivía su propio cuento de hadas. Soñaba con ese día que se casaría con su príncipe encantador; ese hombre perfec...
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NUEVAS EMOCIONES
"Y lo escogí a usted, sí, a usted, porque me di cuenta de que encontró mi punto débil y fue el único que descubrió la forma para calmar esta alma indomable. Lo escogí porque me di cuenta de que valía la pena, valía los riesgos... valía la vida..."
Pablo Neruda.
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—Te deseo, mi amor, con locura, con desesperación, desde hace mucho tiempo deseo hacerte el amor, pero no he querido forzar las cosas, porque no quiero que te entregues a mí si no estás segura de hacerlo o si luego te vas a arrepentir; no quiero que solo sea pasión, no quiero que solo sea por el calor del momento —acaricia su cuello y sus labios—. Quiero que cuando decidas que nos amemos sea porque estás segura que ya no quieres estar con nadie más, porque después de que seas mía no permitiré que seas de nadie más.
—Me encanta tu lado posesivo —entrelaza sus dedos entre su cabello acomodándose aún más entre sus piernas—. Nunca he deseado a nadie como te deseo a ti, Santi. Y no quiero a nadie más. Solo quiere ser completamente tuya.
—Solo mía, Cinthia —enfatiza.
—Solo tuya, mi amor.
Sellan la promesa con un beso profundo, ansioso, hambriento, con caricias intensas que anuncian lo que está apunto de desencadenarse entre los dos.
—Nos vamos —susurra jadeante.
—Vámonos, ya —concede más que dispuesta.
Al llegar a casa de Santiago, caminan cogidos de la mano hasta el interior. Al entrar al porche él la toma en sus brazos, acariciando su rostro con el dorso la mano.
—Me hubiese gustado llevarte a un lugar diferente —susurra cerca de sus labios—. Hacer este momento mucho más especial, pero no tenía pensado que...
—El lugar no importa —aclara estrechándose aún más entre sus brazos—. Yo solo quiero que tú me ames —enfatiza—, y eso es lo que lo hace especial. Tú, no dónde me lleves.
