Cinthia y Santiago son amigos de toda la vida.
Ella es romántica y soñadora. Una joven dulce y encantadora que desde pequeña imaginó que vivía su propio cuento de hadas. Soñaba con ese día que se casaría con su príncipe encantador; ese hombre perfec...
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EL PRÍNCIPE VERDADERO
"Nunca supe que tenía un sueño, hasta que te hiciste realidad"
Pablo Neruda.
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Es viernes y Cinthia pasa por Santiago al consultorio médico. Habían quedado días antes para ir a ver juntos en la tarde la nueva película de fantasía medieval que exhiben en el cinema del pueblo. Esas películas son sus preferidas; ella ama todo lo que trata de héroes y princesas, dioses guerreros, mitología griega, nórdica, japonesa, en fin; y para su suerte, Santiago comparte sus gustos tanto literarios como cinematográficos.
Al verla llegar a su consultorio, la recibe con un cálido abrazo y un suave beso en sus sonrosadas mejillas. Una embriagante calidez los envuelve sumiéndolos en un minúsculo instante particularmente íntimo que cada vez disfrutan más. Para Cinthia es inesperado todo lo que en esas últimas semanas ha descubierto de ese hombre que la estrecha en esos momentos con tanta dulzura contra su pecho. Y... confunde sus pensamientos y aún más su ¿corazón?...
Han sido amigos desde niños; desde siempre ha sentido un cariño especial por él; pero nunca habían compartido de la forma en como lo han hecho en esos últimos días. En sus conversaciones y momentos juntos han descubierto todo lo que tienen en común: gustos, pasatiempos, hasta su temperamento, convicciones y carácter son bastante parecidos. Es como si sus almas fuesen gemelas y solo hasta ahora se estuviesen reencontrado.
Y debe reconocer que eso le gusta y la aterra en la misma medida.
Cinthia no es tonta. Se ha dado cuenta de la forma en como Santiago la mira, le habla, le sonríe, la complace, la consiente. Y todo eso la cautiva y emociona; le agrada de una manera inusitada. Pasar tiempo juntos les ha ayudado a sanar poco a poco sus heridas. Están empezando a cambiar el dolor por esperanza y la tristeza en infinito agrado, ilusión... y amor.
Y para ambos, todo eso les resulta inevitable, apesar de que una voz temerosa dentro de Cinthia todavía le siga gritando que no arriesgue nunca más su corazón, que lo encierre bajo llave y así siempre lo mantendrá protegido.
