Cinthia y Santiago son amigos de toda la vida.
Ella es romántica y soñadora. Una joven dulce y encantadora que desde pequeña imaginó que vivía su propio cuento de hadas. Soñaba con ese día que se casaría con su príncipe encantador; ese hombre perfec...
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"¿Las personas cambian con el tiempo? o, ¿es el tiempo quien te muestra lo que en realidad son?"
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Una enorme luna llena emerge por momentos en un cielo colmado de nubes altas y más negras de lo habitual. Su tonalidad semeja al plateado de aquellos viejos objetos metálicos que ostentan con elegancia su antigüedad. Ráfagas frías de aire elevan caprichosas las hojas que el viento desprende de los árboles.
Ideas, imágenes, momentos pasan sin orden y sin sentido por la mente de Santiago, mientras recorre ese pasillo que cada vez se le muestra más oscuro y más largo.
«Déjame tú, cornudo de mierda».
La frase sigue sonando casi que con altavoces en sus oídos. En otro momento, se hubiese reído y hasta quizá hubiese bromeado con Darío por ese insulto tan infantil y estúpido. Pero esta vez algo hizo clic en su cabeza. Esta vez siente que esas palabras son reales, directas, claras. Lleva días estudiando el comportamiento de Vanessa. Ya que últimamente se porta un poco ausente, distante; tienen muy poca intimidad y cuando la tienen, es tan monótona y mecánica que todo se ha vuelto casi que insípido. Ella no lo rechaza, pero muy pocas veces reacciona con entusiasmo. No hay pasión, no hay frenesí. El sexo entre ellos siempre ha sido tranquilo, normal, nada fuera de lo común, sin embargo, ha sido un buen sexo, lleno de momentos excitantes y ardientes; pero de unas semanas para acá ha perdido el ímpetu, dándole paso a una creciente frialdad mezclada con clara indiferencia.
Santiago se mostró entonces, mucho más amoroso, más cercano. Pensó que tal vez era una pequeña crisis de pareja. Tal vez necesitaban recuperar la emoción de los primeros años, acercarse más. Pensó también que podría ser su culpa, ya que siempre ha vivido con el fantasma del amor que sintió por Cinthia cuando eran adolescentes. Así que decidió que ya era hora de exorcizarlo y apropiarse completamente de su relación de pareja. Pero por mucho que ha intentado, Vanessa no ha mostrado ningún interés, por lo menos, no por él.
La noche antes de la fiesta de compromiso la llevó a cenar y luego fueron a cine. Quería pasar tiempo de calidad con ella. Tal vez sus obligaciones en el consultorio médico lo han tenido tan ocupado que le ha descuidado y le ha negado el tiempo que debe invertirle a su prometida. Así que se propuso compensarla.
