Cinthia y Santiago son amigos de toda la vida.
Ella es romántica y soñadora. Una joven dulce y encantadora que desde pequeña imaginó que vivía su propio cuento de hadas. Soñaba con ese día que se casaría con su príncipe encantador; ese hombre perfec...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LOGROS, SUEÑOS Y PROYECTOS
"Me basta con mirarte para saber que con vos me voy a empapar el alma".
Julio Cortázar
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—La exposición ha iniciado —informa el curador de la galería de arte, del otro lado de la línea telefónica—. Todos tus nuevos cuadros están expuestos en el salón VIP.
—¡Muchas gracias! —exclama Cinthia llena de emoción—. ¡Eres el mejor!
—Tenemos varios compradores interesados, uno en particular ya nos ha hecho una oferta interesante —comenta con orgullo—, de concretarse la compra, ha pedido como una condición que estés presente para la firma del cuadro, y aunque ese cliente al final no compre nada, igual te espero para el evento principal. Es importante que hagas acto de presencia.
—¿Cuándo es? —pregunta ilusionada.
—Este sábado se llevará a cabo en la sala principal; hace días te envié las invitaciones, revisa, por favor; la virtual debió llegarte al correo, debe estar en tu bandeja de recibidos y la física te la envié con un mensajero, el cual debe estar por llegar al pueblo —informa con la escrupulosidad y precisión que lo caracteriza—. Recuerda, Cinthia —acentúa con gravedad—, tienes que estar presente para el evento principal. Esta vez no acepto excusas.
—Sí, lo sé, no te preocupes —reconoce ella, sonriente—. ¿Puedo llevar un invitado?
—Por supuesto, puedes traer a quién quieras, a tus padres, a tu hermana, a tu cuñado, a todo el bendito pueblo de San Sebastián y sus alrededores si quieres, ¡pero ven!
—Solo iré con mi pareja —informa divertida ante el comentario.
Sabe y entiende el afán de Renato, ya que en muchos otros eventos pasados, ella no había querido asistir. Le aburren esas galas, la gente presuntuosa que se pavonea por los lujosos salones, su charla vanidosa y superficial. Únicamente asistió en dos ocasiones y fue porque Emilia aún estaba en la Gran Ciudad, aceptó acompañarla y fue una excelente ocasión para compartir con su hermana.
