『Capítulo 19』

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— ¿Qué vas a hacer ahora? Se resolvió lo del apocalipsis, una cura a tu adicción.

Cinco no le responde y hace un salto dejándola sola en el cuarto.

—Bien.

Ella estaba por salir de la sala, pero Cinco apareció de repente con Dolores en sus brazos.

La coloca encima de la barra y comienza a buscar unas cosas — Hare margaritas, ¿quieres?

—¿Por qué no? — responde encogiéndose de hombros.

Toma siento en uno de los taburetes de la barra a esperar que haga las margaritas.

—Oye, Dolores, ¿Qué dices, Cinco tiene una adicción o una obsesión con el apocalipsis? — la mira como esperando a que le responda — Tienes razón, tal vez sean las dos cosas.

Cinco hace un pequeño gruñido que hace que ella lo mire.

—Es una conversación privada, barman — comenta riendo.

Este le mira serio.

—Gruñón — murmura por lo bajo, que igual no se escucha porque él enciende la licuadora.

Cinco sirve tres copas, pone una enfrente a Dolores con una sombrilla azul y una pajilla, luego pone una frente a mí Sussie solo que la sombrilla es amarilla y toma la última para él.

—¿De verdad crees que lo logramos? — le pregunta a Dolores — ¿Crees que detuvimos el apocalipsis?

Ella los mira mientras espera a que digan algo.

—¿Ahora qué?... No se... Estoy abierto a sugerencias.

—Yo tengo algunas, ¿quieres escucharlas?

—Adelante — comenta un poco desinteresado.

—Cinco palabras. Casa en el campo, juntos — dice alzando los dedos de sumano para acentuar más lo que dice, Cinco toma de su copa mirando al frente. Suspira — ¿Qué hice? ¿Qué hice para que estés así conmigo? Yo soy la que debería de estar así contigo desde que llegaste, pero no, diría que fui la única que te recibió de una buena forma.

—Me estas ocultando cosas, Sussie.

—¿Qué? Tú eres el que oculta cosas aquí, Cinco. Así que no veo porque te enojas si no te digo algo que no tiene importancia.

Cinco iba a responder, pero el timbre de la puerta hace que ambos miren hacia el lugar.

—No hemos terminado — dice pararse junto con su margarita y caminar a la puerta para abrir.

La rubia hace muecas mientras repite el "no hemos terminado" en voz baja.

—Estas aquí para matarme.

Apenas escuchó lo dicho por Cinco se volteo y ve a Hazel en la entrada de la sala apuntándole con un arma.

—¿Qué hace él aquí? ¿Lo dejaste entrar? — pregunta a Cinco.

—Cálmate, cariño —responde sentándose donde estaba anteriormente.

—Ah. Mierda, perdón. La costumbre — responde Hazel guardando el arma — aunque puedo entender porque pensarías eso.

—Atacaste nuestra casa, trataste de matar a mi familia, secuestraste a mi hermano y a mi novia.

—No puedo cambiar el pasado. Recuerda que no soy el único asesino aquí. Tienes tu propia historia, amigo.

—¿Lo puedo golpear un poco? No me gusta verlo hay como tan relajado después de lo que me hizo — comenta a Cinco.

Cinco mira el suelo con una sonrisa tomando de su margarita que parece ser infinita, pero no responde.

𝑹𝒆𝒄○ |The Umbrella Academy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora