Bienvenida.

173 16 21
                                    

En ningún momento llegué a pensar que estaba enfadada con Tyler, sólo me sentí decepcionada. Al principio porque me había estado ocultando que era amigo de Luke y después, porque lo había traicionado. Yo intenté solucionar las cosas y él, tan egoísta como siempre, se negó a que fuésemos solo amigos. Pensé que eso ni siquiera me tenía que molestar, que yo sería feliz con o sin su amistad.

Pero ahora viéndole así, cara a cara, tengo ganas de patearle donde más le duele. Intento entender que no quiera saber nada de mí pero después de todo por lo que he pasado estos últimos meses... No estoy diciendo que viniese a verme o que me llamase, me hubiese bastado con un simple mensaje.

- ¿Dónde está Melanie?

Hace el intento de darme dos besos pero me retiro a tiempo.

-Bueno, se le ha complicado la cosa así que tuve que venir yo...

Quiero matar a Melanie ahora.

- ¿No se supone que estabas en Orlando? 

-Y de hecho, llegué ayer. -Cambia el peso de pierna-. Quería verte.

Necesito que alguien me explique el problema que sufre este chaval.

-Yo...Yo no sé qué narices te pasa Tyler.

Vuelvo a sujetar el mango de la maleta y empiezo a arrastrarla hasta la puerta pero me detengo cuando me agarra del hombro impidiéndome avanzar. 

- ¿Dónde vas?

- ¿Al coche? 

- ¿Sabes donde está? 

-No, pero no creo que aquí adentro.

Sigo andando con velocidad.

-Yo pensaba que querías que comiéramos algo antes de ir a casa.

Como va unos pasos por detrás y con todo el ruido de la gente, no me entero de lo que dice.

- ¿Qué?

- ¿Puedo ayudarte con algo? -Señala mis maletas cuando consigue alcanzarme.

-No hace falta.

-¿Te crees que puedes andar más rápido que yo?

-Sí.

-No sabes con quién estás jugando.

-Yo no juego a nada. -Estoy corrigiéndolo cuando me doy cuenta de que se ha puesto a andar rápido, muy rápido, entre la gente.

No me apetece, pero se me hace imposible no reírme de la forma en la que coloca las piernas, parece estar en una pasarela.

Se gira y sigue andando igual de rápido pero de espaldas.

- Y, ¿te ríes? -Grita para que pueda oírlo-. Verás.

Después, empieza a correr y lo pierdo de vista.

- ¡Tyler, no! -No es que tenga ganas de suplicarle pero tampoco puedo quedarme en este aeropuerto toda la noche-. ¡Espera!

Tengo que empezar a correr para alcanzarlo. Será idiota. No lo veo por ninguna parte. Buff, le odio. ¿Habrá salido a la calle? Voy a comprobarlo... No, tampoco está aquí. Me quedo de pie como dos minutos buscando su cara entre la de todas estas personas que salen y entran, no lo encuentro.

Alguien, por detrás, me acaba de tapar los ojos con un brazo y me agarra con fuerza la muñeca con el otro.

-¿Quién soy? -Pregunta.

-Tyler, tu madre. -Me suelto-. Me has asustado. ¿En serio es tan gracioso? -Pregunto al ver que no para de reírse, ya me tiene harta y no llevamos ni diez minutos juntos.

-Anda vamos -empieza a andar hacia la derecha-, el coche está por allí.

Le sigo hasta que llegamos al coche, no decimos nada durante más de diez minutos de camino. Solo se escucha el ruido del coche y Bruno Mars sonando en la radio. Me dedico a observar todo lo que veo a mi paso por la ventanilla. Dublín se ve bonita, no he visto ningún monumento enorme como los de Roma, ni edificios tan altos como los de Nueva York pero es verdad que a simple vista se aprecia un ritmo de vida y un ambiente apetecibles.

-Estás enfadada, ¿verdad?

-No lo sé.

-Bueno, lo entiendo, he sido el tío más tonto que pisa La Tierra.

-Has sido y lo eres, quién sabe si algún día dejarás de serlo.

-Oye, eso me ha dolido.

- No, duele que las personas sólo sean lo que aparentan.

No sé si habrá entendido a lo que me refiero; él aparentaba que yo le preocupaba. Aunque sólo fuese un poco. Pero bueno, da igual.

- ¿Sabes lo que duele? -Gracias al reflejo de las luces de la ciudad puedo apreciar la expresión seria de su rostro-.Tener que apartar todos los recuerdos como si no hubiesen significado nada en absoluto, hacer lo imposible por no recordar nada de lo que pasó, de lo que sentí. Dejarlo ir aún sabiendo que es lo último que quiero hacer.

- ¿Por qué lo haces, entonces?

-Porque era lo mejor para todos.

- ¿Sí? Pues no lo entiendo.

-Ya, ¿sabes qué?

- ¿Qué?

-El destino es una mierda. Luke es quién tendría que estar aquí, contigo, ahora mismo y acompañarte a esa gala, yo soy él que me tenía que haber despertado con amnesia porque, yo soy él que realmente se merecía toda esa mierda.

-Tampoco te pases, nadie se merece eso.

-Créeme, si hubieses metido la pata tan hasta el fondo como yo lo he hecho, querrías olvidar.

Tyler, ahora mismo, me recuerda a mí hace unos mese cuando fui a esa maldita entrevista y la cagué tantísimo. Yo le dije exactamente lo mismo a Luke, quería volver atrás en el tiempo y poder cambiarlo todo, hacerlo de nuevo bien, que es seguramente lo que le pasa a él. Pues bien, Luke era un buen psicólogo porque, al menos a mí, me daba buenos consejos. 

-Un día, Luke me dijo que no podemos intentar olvidar o ignorar nuestros errores porque, entonces, nunca aprenderíamos de ellos.

No dice nada al respecto, sólo suspira aunque sepa que llevo razón. A las personas egoístas les suele pasar, son incapaces de reconocer el éxito de los demás.

-Ya estamos -dice, después de veinte minutos, parando el coche en frente un chalet bastante grande.- Coge las cosas y baja, yo voy a encerrarlo.

Arrastro las maletas por todo el jardín apreciando lo bonita que es la casa, más que nada por la vegetación que hay por todas partes y lo bien cuidada que parece estar.

- ¡Kat! -Grita Melanie al abrirme la puerta y seguidamente, me aprieta muy fuerte entre sus brazos.- Lo siento -dice al apartarse-. Sabía que no te iba a hacer gracia que mi hermano estuviese aquí pero a Matt se le escapó y vino sí o sí y, en cuanto a lo de ir a recogerte, me quitó las llaves del coche mientras estaba en la ducha.

¿Tantas ganas tenía de verme?

—————

Tal vez os haya parecido muy cortito pero he hecho lo posible por subirlo antes ya que mañana me voy a una acampada con mis queridos scouts y, no voy a poder actualizar. Espero que os haya gustado.

Muchas gracias a los que siempre leéis y votáis, ¡sois geniales!




No somos de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora