¿Dónde van los corazones rotos?

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La expresión de su rostro cambia cuando ve mi cara, supongo que tendre todo el rimel corrido. Alargo el brazo para pasarle el mechero, lo coge y da la vuelta al banco para sentarse a mi lado.
-No eres de por aquí ¿verdad?- dice mientras enciende el cigarro.
-Soy de España.- le aclaro mientras me seco las lágrimas con las manos y me las lleno de rimel.
-Qué bien, me estaba cansando de hablar en inglés.-me dice ahora en español, saca un pañuelo del bolsillo y me lo pasa.- Por cierto, me llamo Tyler ¿y tú?
-Katherine, Kat para los amigos.
-Asi que te llamas Catalina ¿no?
-¿Qué? ¡No! -digo e insconscientemente me rio.
-Ya, sólo quería hacerte reir, bonita sonrisa.
-Sabes, en otras circunstancias te habría agradecido el cumplido pero hoy no es el día. Por cierto, ¿sabes donde puedo encontrar hoteles baratos?
-Espera, ¿has venido desde España sin reservar hotel?
-No, bueno, en teoría sí pero... es una larga historia.
-Tengo tiempo de sobra.- dice tirando el cigarro al suelo y aplastándolo con el pie.- ¿Te apetece comer algo?

Ya sé que es una locura eso de aceptar peticiones de desconocidos pero no es que tenga muchas más opciones así que voy con él a donde quiera que me esté llevando.
-Vivo con a dos manzanas, así que puedes ir contándome.
-Pues te voy a hacer un corto resumen, mi novio me ha puesto los cuernos.
-Suerte, que aquí no haya plaza de toros.
-¿Te crees gracioso?
-Vale, me he pasado pero aceptamos el amor que...
-Creemos merecer.- le interrumpo para terminar la frase.- pero no entiendo a qué viene la frase de Stephen Chbosky.
-¿Esa frase es de un tal Esteban? Siempre he pensado que era de mi novia, bueno, ex-novia. Me lo dijo antes de que cortaramos pero no lo entendí.
-¿No la merecías?
-Cometí errores, es lo que hacemos los humanos.
-Ya bueno, pero yo no he cometido ningún error.
-Ya, pero él sí, así que tal vez no lo mereces.

Llegamos a una urbanización de las típicas casas que salen en las series americanas con el jardín en la entrada y nos paramos en una con la fachada azul.
-Es que acaso pretendes quedarte ahí parada.- me dice mientras abre la puerta.
-No, es solo que nunca había estado en una casa de estas, bueno, si no tenemos en cuenta Los Simspero las solía construir con la fachada blanca ¿por qué azul?
-Bueno, siempre he querido vivir cerca del mar, es una forma de "tenerlo presente".

Entro a la casa, tiene una decoración mezcla de rústico, hippie, rockero y minimalista pero me gusta.
-Cogo algo de dinero, me cambio y nos vamos.- grita mientras sube las escaleras.- Puedes ver la tele mientras.
¿La tele? Odio la tele, la deje de ver hace mucho; exactamente cuando deje de ver dibujos animados y eso que los de mi época todavía merecían la pena.
El salón está dividivo en dos zonas por la chimenea, en la que estoy ahora es aburrida porque solo están los sofás, la tele y el comedor pero la otra tiene dos estanterias de arriba a abajo llenas de discos de vínilo y CDs ocupando las paredes de la derecha y la izquierda, socorro ¿de dónde ha sacado todo eso? En la pared de enfrente tiene varias guitarras colgadas, dos eléctricas, una acústica y otra flamenca, y un equipo de música supongo que para reproducir todos esos discos. Pero lo más interesante está en la pared que tengo a las espaldas, está llena de fotos y posters. Fotos con amigos, familia, famosos y posters de un montón de bandas del rock como ACDC, Queen, The Killers, Oasis, Nirvana o Los Ramones. Me recordó a Luke y su pequeña colección de CDs, se volvería loco aquí.
-Ya estoy.- oigo gritar desde las escaleras, así que vuelvo a la entrada.
Lleva unos vaqueros negros ajustados, una camiseta azul desteñida y unas vans azules; cierto lo de su pasión por el azul. Tiene un corte de pelo a lo Louis de One Direction pero aún más despeinado, aunque le sienta bien.
-¿Has visto como molan los canales de USA?
-No he visto la tele, tu colección de discos era más interesante ¿de dónde has sacado tantos?.
-Bueno, larga historia.
-Eh eh, que yo te conté la mía.
-Vamos al coche y de camino.
Tiene un Cherokee, no sabría decirte cuál de ellos pero por lo que veo no es muy viejo.
-¿Me vas a contar lo de los discos?
-Wow, veo que no se te olvida. Más de la mitad de los discos que tengo son de mi padre. Murió cuando yo tenía dieciocho años y fue él quién me metió en el mundo de la música, era productor, así que decidí guardar cada una de sus discos por que le habría gustado. Pero guardarlos de manera que se mantengan vivos así que cuando me mudé me los trage y a veces sigo reproduciendo algunos.
-Bonita manera de recordarlo.
-Gracias.
-Y ¿por qué te mudastes?
-Bueno, seguí adelante con la empresa de mi padre, uno de los motivos por los que Lucy, mi exnovia, me dejó. Íbamos a casarnos, yo me mudé aquí y me empecé a preocupar más por el trabajo y olvidé que la distancia no debía separarnos. Cuando lo dejamos aunque suene cursi, creía que mi corazón se había roto en pedazos para siempre.
-Es lo que yo hago.
-Pue te equivocas porque si algo me ha enseñado esta vida es que no somos de cristal.
-Llámame tonta pero no lo entiendo.
-Deja que la vida te lo enseñe.
-Te has despertado filosófico o qué.
Paramos en un restaurante y cuando digo la palabra restaurante no te lo tomes como algo muy formal que también existen los informales donde la gente no lleva traje y corbata. Pero no es eso lo que me llama la atención cuando entramos.

No somos de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora