LINDO ARROGANTE

Capitulo 58

Si bueno todo lo que tenía planeado hacer, es como siempre, arruinado por Sungmin. No sé cuándo será el día en el que pueda hacer algo sin preocuparme por qué Sungmin aparezca o que al menos no interfiera. Deseo ahorcarlo, partirlo en pedacitos y tirárselo a los perros. Sí, eso estaría muy bien. Vaya, mi mente puede ser muy malévola también. Pero lo cierto es que no me gusta ir de compras. Solo lo iba a hacer para vengarme de Sungmin, pero ahora que el viene conmigo no creo que nada resulte. Y a pesar de que todo es culpa de Sungmin, no puedo negar que me siento bien estando con él. Me gusta. Me gusta estar con Sungmin. ¿Por qué? Lo que siento me hace parecer estúpida. El amor es estúpido. Y a mí nunca me han gustado las cosas que eso implica. Quizás aun no sea muy tarde y aun puedo deshacer lo que siento por Sungmin, y volver a sentir... nada por él. Aunque no creo que eso sea fácil de lograr. Y menos ahora que Sungmin siempre está pegado a mí, me gusta.

La chica me pregunta y pregunta cosas que la verdad no me interesa, he comprado más ropa que la última vez que vine con Sungmin y Sulem. Oh, ese día, nunca se me va a olvidar. Sobre todo, cuando Sungmin le dijo a las señoras que estábamos casados y que Sulem era nuestra hija y peor cuando dijo que estábamos esperando otro. Dios, realmente lo odié en eso momento. Pero después de un rato me pareció muy divertido. Lo recuerdo, las señoras se quedaron muy sorprendidas.

Sungmin:-¿se puede saber en qué cosas raras piensas esta vez? -dice con sequedad. Lo miro y borro mi sonrisita de boba. No quiero que piense que estoy feliz porque me haya arruinado mi día de compras. Lo más lógico es que estuviese enojada ¿no?
-Eso... no es de tu incumbencia. -digo con indiferencia, pero solo hace que Sungmin sonría alegremente.
Sungmin:-¿sabes? De todo lo que has comprado, nada es de tu estilo. ¿Por qué haces esto? -me mira inquisitivo, y como de costumbre me intimida. Quito la mirada de él y pienso en algo no tan estúpido como decir que es por venganza. ¿Cómo me vengaré con esto? ¿Saliendo con mis amigos vestida como una cualquiera? No. Definitivamente no. Pero tal vez quizás...
-cambiaré de estilo. -murmuro. Se acerca demasiado a mí. Miro su rostro, pero es indescifrable. Inexpresivo. Odio cuando lo hace, no sé de qué humor está, y me sorprende que tenga esa facilidad para parecer impasible y tan indiferente. Eso es a veces.
Sungmin:-¿cambiaras de estilo? ¿Y eso a que se debe? ¿Hay alguien a quien quieras impresionar? -su cara sombría me observa detenidamente. Estamos en una tienda en plena luz del día y Sungmin esta acorralándome contra la puerta del probador. Esto es muy vergonzoso. La chica que atiende puede llegar en cualquier momento.
-no tengo que impresionar a nadie. Y por favor, aléjate, las personas han empezado a vernos extraño. -es como si eso le resbalara. De verdad, que no le importa nada.
Sungmin:-pues que nos vean. No tengo por qué esconderme de nadie... ¿tu si? -dice alzando una ceja, todas sus preguntas suenan a novio celoso. Otra vez esa palabrita. ~novio~
-Sungmin.... -veo que la chica se acerca con una falda en la mano. -ahí viene la chica con mi ropa. -alza la cabeza y mira a la chica, le da una sonrisa sensual y la chica, naturalmente se sonroja y sonríe bobamente. Suele pasarme.

"-esta es la única talla que nos queda, pero estoy segura de que le quedará". -dice extendiendo la mano con la falda. ¿Quién lo diría? Yo comprando faldas. Nunca lo habría imaginado.

Sungmin se me adelanta y le quita la falda a la chica. Ella queda sorprendida, claro, y yo aun mas ¿Qué va hacer Sungmin ahora?

Sungmin:-Yo... se lo probaré. -sonríe y la chica asiente nerviosamente. Yo me quedo estupefacta, no soy capaz de retenerlo o impedirlo. Sungmin me empuja y entra conmigo en el probador. ¿Él va a ponerme la falda? ¿Pero... como? -no haré nada, bueno si no, no me lo pides, solo quiero ver cómo te desvistes. -dice serio, muy serio. La piel de la nuca se me eriza. No sé qué trama. Debe ser uno de sus jueguecitos, donde el siempre termina ganando y yo obedeciendo a lo que sea que me pida.