Capitulo 47

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No sé que inventar para ocultar estos chupetones,
Sungmin es el ser mas irrazonable sobre la tierra. ¡Tan frustrante! Ya hasta me ha agarrado tarde de tanto pensar. Pero ahora que lo analiza mas, no hay nadie que me lo vaya a preguntar, a los chicos ya ni los veo, y mucho menos me van a hablar. El único que podría preguntarme algo seria Sungmin y el... bueno el sabe mejor que yo como se han hecho este par de manchas rojas gigantescas. No hay de otra, tendré que irme así.

Cuando salgo de mi habitación Sungmin estaba recostado al marco de mi puerta. Es raro que esté aquí, bueno normalmente estaría dormido a esta hora, pero como le ha dado por ir temprano al colegio, ya debería haberse ido.

-¿Qué haces aquí? Me estorbas, quítate. -digo empujándolo, no logro moverlo pero por alguna razón se ríe muy ampliamente. Me sorprendo cuando se acerca un poco muy cerca de mi cuello. Frunzo el ceño. Se recoloca de nuevo y su sonrisa no se borra. - ¿Qué es tan gracioso? -creo que estoy casi segura de que se ríe, debe sentirse muy orgulloso por su gran hazaña. Desearía poder ahorcarlo.
Sungmin:-ahora todos sabrán que no estás disponible. -dice con aires de superioridad. ¿Qué se cree? ¿Un perro? Me marca como si fuese de su propiedad, cosa que no es así. Hace todo sin mi consentimiento. Estoy segura de que sabía que esto iba a suceder. Todo lo hizo adrede.
-¿Por qué haces eso? ¿Eres idiota, o qué? -creo que eso no le hizo mucha gracias, ya que se le borró la sonrisa y ahora parece como si quisiera ahorcar a cualquiera que pase por enfrente. Y esa soy yo.
Sungmin:-se que no me creerás, pero Jonghun no es el único que nada detrás de ti. Deberías agradecerme, es algo así como un código entre chicos. -se encoge de hombros como si tal cosa.
Como si esto fuese de lo más normal. Me sujeta de la mano y me lleva arrastrada, prácticamente. No hace falta que pregunte sé que me lleva al garaje, últimamente se ha hecho una costumbre llevarme al colegio, y lo cierto es que no me disgusta.

Cuando llegamos al colegio, todo el mundo me mira como si tuviese un mono en la espalda, pero no entiendo porqué.

Cuando estoy a punto de entrar en mi salón de clase alguien me sujeta de la muñeca y me voltea, choco contra el aromático y muy familiar pecho de Sungmin. Siempre sucede eso. Pero lo que nunca sucede es que me bese, y lo está haciendo. Bueno si nos hemos besado y mucho mas, pero no en el colegio, nunca aquí. Todo mis compañeros de clase ya los puedo escuchar balbuceando cosas sobre mi y Sungmin. Solo espero que esto no llegue hasta la profesora de psicología, que ya se ha tardado demasiado en tocar el tema de Sungmin, y si se entera de esto, no habrá forma de negar que Sungmin y yo no hacemos nada mas que ir al mismo colegio y vivir en la misma casa.

Es extremadamente novedoso y extraño que Sungmin me bese en el colegio, pero este beso ha durado demasiado. Trato de alejarlo con mis puños empujándolo, pero él no cede, le pondrá fin a esto cuando se le antoje, sin importar que yo me oponga.
Después de unos considerados segundos se digna a separarse, sonríe satisfecho, yo más bien deseo patearlo en la entrepierna, su sonrisa arrogante y pervertida me despoja de mis sentidos, pasa su dedo pulgar por mi labio inferior, si antes estaba atónita, ahora estoy completamente tonta. Se acerca a mi oído y me susurra.

Sungmin:-no te ilusiones, es parte del plan. -se va y tardo unos segundos en aclarar mi mente tanto como es posible. Debo de estar como un tomate, pero todo esto que acaba de pasar no tiene sentido. Me ha besado. Enfrente del todo el mundo. Y no fue cualquier beso, sino uno muy largo. Y... ¿Qué fue eso de que es parte del plan? ¿Plan? ¿Qué plan?

Cuando me siento en la última fila como es costumbre, nadie disimula ni un poco, no me quitan la mirada de encima, algunas chicas, incluso, murmuran y me señalan, eso no es nada nuevo para mí, pero lo que me incomoda es que se dé que están hablando y es sobre Sungmin y yo. Lo peor es que no sé qué es lo que Sungmin está tramando, lo que si me queda claro es que no debo ilusionarme, eso ya lo sabía, pero él me lo acaba de confirmar. Me debe estar viendo la cara de tonta. Que de por sí ya tengo.

LINDO ARROGANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora