𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 ━━ 𝐭𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬

𝟢𝟤𝟥; shiba hakkai.

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Las clases estaban comenzando y para el menor de los Shiba era lo mejor, nótese el sarcasmo, el aburrimiento como la mayoría de veces le hacia compañía. No era muy fan de ir a la escuela, pero tenía que hacerlo para ver si así lograba que su hermano mayor estuviera orgulloso de él.

Durante el transcurso de las clases se la pasó distraído, observando por la ventana como las hojas de los árboles se mecian, cuando de pronto nota una figura acercarse a la pequeña banca que estaba frente al árbol.

Simplemente quedó anonadado viendo a la fémina tomar asiento en la banca mientras leía un libro, se notaba muy tranquila, su cabello se movía al compás del viento, dándole una imagen muy angelical.

Hakkai se quedó embobado viendo hacia afuera que no se percató de la presencia del profesor a su lado.

— ¿Ya terminó de observar, joven Shiba?

Dió un respingo en su lugar y un poco temeroso dirigió su vista hacia el frente.

— Si... lo siento profesor — murmuró en voz baja, intentado ignorar las pequeñas burlas de sus compañeros.

— Muy bien, continuemos...

El resto de la clase "prestó atención" a lo que decía el profesor, aunque, inevitablemente, en algunos momentos su vista se desviaba hacia donde la joven se encontraba.

Cuando tocó el timbre del receso salió a paso lento hacía el comedor, iba tan absorto en sus pensamientos que no notó a la persona frente a él hasta que chocó con ella.

Sus reflejos funcionaron bien ya que evitó que la persona cayera tomándola por los hombros, él solo se tambaleó un poco.

Se fijó en la presencia y ahí cayó en cuenta que, era la señorita que había visto durante sus clases. Se quedó en un trance observándola.

— Uh, ¿te encuentras bien?

Salió de este al escuchar su dulce voz.

— Uhm, si... — habló en voz baja — d-digo no, yo debería ser quien pregunte.

Trató de cambiar su postura y su visión de él hacia ella, aunque tartamudeo un poco y su nerviosismo quiso salir a la luz.

Rió — no te preocupes, yo estoy bien.

Justo cuando iba a hablar uno de sus compañeros de salón llegó junto a ellos.

— ¡Senpai! aquí tiene el libro, gracias por prestarmelo — le sonrió de manera penosa.

— Oh, no hay de que, dime ¿qué te pareció, te gustó?

— ¡Si, me pareció muy bueno! de nuevo muchas gracias, senpai — hizo una pequeña reverencia que la contraria le devolvió — debo irme, espero y podamos hablar sobre otros libros pronto.

Se despidió y se alejó del lugar.

Hakkai los observó durante su corta conversación, pero lo único que él escucho fue el senpai, ¿por qué la había llamado así? No quiso quedarse con la duda y preguntó.

— Uh, ¿de que clase eres..?

— Soy de la clase cuatro de tercer grado, ¿por qué? cierto, ¿de que clase eres tú?

Rayos, ella era mayor que él un año, no le molestaba solo que nunca había mantenido una conversación de más de dos palabras con alguien mayor que él..

— Soy de la clase dos de segundo grado.

— Oh, eres menor que yo — rió levemente — pareces mayor por tu altura.