𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 ━━ 𝐭𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬

𝟢𝟥𝟧; hanemiya kazutora.

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Cuando salió de aquel lugar no se esperaba verla a ella afuera del edificio esperando por él. La chica al verlo, sin pensarlo, saltó hacia él. Lo envolvió en sus brazos y repetía siempre las mismas palabras “te extrañé, tonto”, Kazutora se quedó atónito, no pasó mucho tiempo cuando le devolvió el abrazo con necesidad.

Había extrañado demasiado estar entre sus brazos, y el ver que ella no lo alejaba lo hacía sentir demasiado bien. Sin embargo, él seguía con la idea de que la chica lo odiaba por lo ocurrido, además de que se había ido sin avisar y ella había tenido que enterarse por terceros.

Pero, nada que ver con lo que en realidad ella sentía. Si, sentía un poco de decepción, no tanto por lo que hizo, si no por la poca confianza que tenía él en ella como para no contarle con todo lo que estaba cargando y el como se sentía acerca de eso.

Ellos fueron novios durante su niñez y parte de la adolescencia, y aunque, parecía que la única que ponía de su parte para que esta funcionara era ella, él también aportaba a la relación. Eran pequeñas acciones que lograban ver el mucho cariño que tenía él para dárselo a ella.

Apesar de que eran solo unos mocosos adolescentes tuvieron que pasar por duras situaciones. El recuerdo de ellos contándose sus problemas mientras que la fémina limpia las heridas ocasionadas por el padre de Kazutora; el recuerdo de ambos forjando una promesa de que nunca se dejarían solos y que siempre estarían el uno con el otro por si el contrario lo necesitaba, esos y muchísimos más.

Así que, aún entre sus brazos, no pudo evitar que sus ojos ardieran rápidamente para dar paso a unas largas y finas lágrimas cargadas de una gran culpabilidad, aunque, parte de ellas también llevaban felicidad al poder estar de nuevo con su amada. Pero primero, debía pedirle perdón.

Y lo hizo, poco le importó estar en público y, aún en el abrazo, comenzó a deslizarse hasta el suelo. Ambos quedaron en cuclillas y Kazutora entre susurros pedía perdón incontables veces, a pesar de que ella le decía que todo estaba bien, que ella no le recriminaba nada, él continuaba disculpándose sin parar.

Luego de unos minutos ambos se recompusieron y se largaron de ahí yendo a algún restaurante para poder hablar mejor y comer algo. Una vez ahí, Kazutora le explicó todo sin omitir detalles a la chica frente él. La fémina escuchaba todo atentamente, evitando interrumpirlo.

Lograron aclarar algunas cosas y ahora disfrutaban de una rica comida. Kazutora jugaba con su tenedor sobre el plato, dudando de si preguntar o no... temía hacerlo, pero debía hablar si quería saber acerca de eso.

— ..¿Por qué fuiste para allá? — habló en voz baja — ¿y cómo supiste qué hoy salía de ahí..?

Ella meditó sus palabras antes de hablar — le pregunté a Chifuyu... y fuí porque necesitaba saber la verdad.

Era la verdad, pero no toda.

Continuaron comiendo en silencio, solo apreciando la compañía. Cuando fue momento de irse la fémina pagó, Kazutora se negó pero aún así no podía hacer nada, pues no contaba con dinero en ese momento.

Caminaron durante unos minutos hasta la casa de _____, Kazutora paró frente a ella, no sabía que decir. Ni siquiera sabía a dónde iría, no tenía casa. Y era obvio que se negaban a ir a la de sus padres, se había prometido no volver a pisar ese lugar.

— Kazutora — ella clavó su vista en lo ojos de él — ¿quieres..

'¿quieres pasar? mi hogar no es uno si no estás tú. Tú eres mi-'

» Nada, olvídalo. Que tengas linda noche — sonrió y se encaminó a la puerta.

— ¡____! — Kazutora se apresuró a llegar hasta ella — ¿crees que yo pueda-