𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 ━━ 𝐭𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬

𝟢𝟣𝟨; baji keisuke.

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Mordiéndose las uñas ansiosa, veía el movimiento de las manecillas del reloj. Entre cerraba los ojos, creyendo tener superpoderes, viendo directamente el reloj queriendo que este avanzara más rápido, cuando estaba a segundos de dar la hora de salida las manecillas parecían ir muchísimo más lento de lo normal, después de segundos, que para ella fueron los más largos de su vida, la campana sonó dando las clases por terminadas.

Todos saltaron de su asiento casi corriendo hacia la salida, y claro que ella no era la excepción. Salió a paso apresurado y cuando estuvo fuera del plantel lo buscó con la mirada, hasta que lo vió no muy lejos de ella, estaba recargado en su motocicleta, de brazos cruzados y con una mirada fría, dándole un aire MUY atractivo.

Corrió hacia él, cuando sus miradas se encontraron y él relajó su expresión para regalarle una feliz sonrisa a la chica que estaba frente a él. Ella saltó a sus brazos rodeándolo con estos mismos, el correspondió su abrazo tomándola por la cintura.

— Hola, linda — susurró cerca de su oído al aún tenerla entre sus brazos.

— Hola, Kei — dejó un beso en su mejilla y se alejó de él.

— ¿Estás lista? — tomó un casco del manubrio y sin dejarla responder se lo colocó, y abrochó — te queda bien, será mejor que nos vayamos si queremos llegar a tiempo.

Ella asintió y subió a la motocicleta, abrazó el torso de Keisuke como prevención. El comenzó el viaje hacia el centro de la cuidad, después de unos minutos llegaron.

Caminaron por otro par de minutos y llegaron a un local, ambos con la felicidad al cien entraron. En cuanto ingresaron un agradable olor a dulce les inundó.

Avanzaron hasta la recepción en dónde les atendió una amable señorita.

— Si, queremos dos cafés y una rebanada de pastel — habló Baji viendo el menú que había frente a él — y una hora con ellos, por favor.

La señorita asintió y les dió paso a una habitación en la parte trasera del local. Ansiosos avanzaron, y en cuanto entraron se murieron de ternura. Había muchos pequeños felinos, de distintos colores, algunos bicolores.

Los gatos al notar las nuevas presencias se acercaron sigilosamente, viendo si eran de confianza o no, pero en cuanto Baji les acarició, la mayoría se le vino encima. ____ también estaba acariciando a tantos gatos podía. Luego de varios minutos les llevaron sus alimentos y se fueron a sentar a una mesa cercana, ni cuando disfrutaban de sus cafés los gatos les dejaron, algunos estaban dormidos a sus pies y otros se restregaban en sus piernas.

Ambos estaban que se morían de ternura, ella más al ver cómo Keisuke era muy lindo con los gatitos, les hablaba y acariciaba muy feliz, parecía que los gatos lo amaban, ya que tenía a la mayoría a su lado. E incluso seguían llegando clientes nuevos, los gatos nunca abandonaron a la pareja.

Después de terminar con su café, ambos volvieron a una zona apartada de las mesas en la que pudieran estar cómodos con los gatos.

Durante el tiempo que les restaba jugaron como nunca con los gatitos, los acarcibian y de más. ____ los veía con tanta ternura que tenía ganas de comerlos, no literalmente. Si no que veía tantos gatitos tan lindos que no sabía cómo expresar su cariño y ternura hacía ellos. Luego de varios minutos una pequeña alarma en su muñeca sonó dando entender que se había terminado su hora con los gatitos.

— Bien, es hora de irnos — la joven se colocó de pie.

Keisuke de levantó con dificultad del suelo al tener varios gatos encima de él.