Capítulo 34

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《Axel ya no se va a casar》

Esas siete palabras parecían algo sencillo de decir, palabras que no marcarían demasiado, pero dentro de mí se hicieron tan grandes como un agujero al centro de la tierra.

Axel ya no se va a casar.

Siete.

Para algunas personas es el número de la suerte, para mí representa un desastre que no contaba. Uno que yo creía que había empezado a tratar de sobrellevar, pero que descubrí que seguía sangrando profuso por esa herida que me dejó la última vez que lo vi.

Ahora que permití que Matías estuviera cerca de mí y me confesara sus sentimientos, ya Axel no se va a casar.

Hay que saber joderse.

—¿Qué ocurrió? —inquiero.

—Sólo sé que Arianna no quiso casarse.

Es que tenía que ser un maldito chiste. ¿Por qué creí que él iba a tomar la decisión por mí? Había descubierto que sus decisiones se basaban en todo menos en mí. Porque lo que quería decir es que él no la dejó por mí o porque no la amaba. Si no que lo dejaron. Lo botaron.

Me cago en la puta madre.

—No me importa —respondo realmente molesta. Cansada de que con cada acción Axel me rompa más el corazón. No, esto no es forma de vida.

—Lía, me contaste lo que ocurrió, sé que lo quieres. Podrán estar juntos. —habla rápidamente y esperanzada. Pero yo no comparto esa esperanza, por dentro mi corazón duele.

—Isabel, no es tan sencillo —dije—. Las cosas están más allá de nuestras manos.

—Pero Lía, ambos se quieren. Ustedes harían una pareja perfecta. Ambos se aman.

—Lastimosamente el amor no siempre es suficiente —era una verdad que estaba dispuesta a defender—. Y me duele, porque se suponía que él debía luchar por mí. Pero hasta en esto no lo hizo. Ariana lo hizo, se eligió a sí misma y se le aplaude. Porque si ella no le hubiese dicho nada Axel hubiera seguido con el matrimonio.

La línea queda en silencio y sé que toqué un nervio.

—Lo sé, Amelia —suena una voz al teléfono y no es la de Isabel, es Axel quién tomó la llamada y me sentí traicionada.

Corto el teléfono antes de que pueda decir algo más. ni quería saber nada más de él.

Las lágrimas salen de mis ojos y no puedo pararlas. ¿Por qué Ahora? ¿Por qué debía acabar esa relación cuando alguien ya empezó a querer estar conmigo?

《Solo sé que Ariana no quiso casarse》

Esas palabras retumban en mi cabeza. Ese matrimonio iba todavía. Él no le importó lo que le dije, ni que dejara toda mi alma frente a él. Iba a seguir con esa boda pese al dolor que me causaba. Eso me estaba matando.

Vuelvo a mi rutina de llorar y mi mamá toca la puerta. Yo no abro estoy sumida en mis lágrimas. Detesto esta versión de mí que está enamorada. Una versión que me deja siendo una débil y que no se permite ser feliz.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Yo no quería ser más débil, ya no quería estar con este corazón despedazado. No estaba siendo una mujer normal, yo estaba dejando todo lo que era por alguien que no luchó nunca por mí.

Yo lo hice y me escupió mi amor en la cara.

Lo odio. Lo odio como nunca he odiado a nadie. Me rompió el corazón de la peor forma. Porque no importaba todo lo demás, en el momento en que más necesité, fue quien causó la gran parte de mi dolor.

Hasta que el sol vuelva a sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora