No entendía cómo es que él estaba aquí en mi boda.
Estaba más tonificado que años atrás, el cabello más largo de lo que recordaba, había perdido el brillo juvenil de sus ojos y era un hombre por entero. Parecía alguien diferente, pero yo sabía que era el que fue mi mejor amigo.
Me giré hacia Matt, pero solo lo miró neutro. No feliz, pero estaban en algo como una tregua.
—No puedo creerlo —musité
—Yo tenía que estar este día. Lamento no haber llegado a la boda, pero mi vuelo se retrasó. —Isabel estaba a su lado—. Ella me pidió que viniera, habló con Vera y ambos estuvieron de acuerdo.
¿Cómo es que él sabía de esto?
—Lo aprecio mucho.
—Eras mi mejor amiga. —extendió su mano—. Me permites un baile, por favor.
Asiento porque estoy feliz de que este aquí. —Si, Axel.
No esperé esta sorpresa de verlo. Son casi dos años que no he sabido nada suyo desde aquella vez que tuvimos esa conversación dónde dimos cierre a todo.
Y ahora está aquí el día de mi boda. Nunca pensé que él vendría. Pero está, y es uno de los mejores regalos que he recibido. Me dolió mucho que nuestra amistad se acabara.
Me lleva de la mano hasta la pista, el taco era familiar, pero ya no era lo mismo.
Se escuchaba Already Gone de Sleeping At last y sé que no fue coincidencia que esa fuera la canción que escogió. Algo me quería decir con ella.
—Estás preciosa. Sé que te lo han dicho mucho hoy, pero aun así, debo repetirlo. Vera es un bastardo con suerte.
—Gracias, Axel.
—Estuve a punto de no venir. —me confesó.
—Reconozco que nunca imaginé que lo harías en un principio. No terminamos en los mejores términos.
—No, admito que no fui el mejor ese día. Todo se asentado en este tiempo.
—No pareces el mismo. Te ves cambiado.
—No lo soy y sí, he cambiado. Más horas en el gimnasio y en el trabajo.
—¿Alguna chica? —esperaba que él dijera que sí. No quería que estuviera solo.
—Nada importante —me dio una vuelta en el lugar—. Perdí a la única que valía la pena en mi corazón por mi indecisión.
Mierda.
—Pero lo entiendo —añadió al ver mi cara—. Cómo dijiste, nuestro amor no fue suficiente para salvarnos. No estaba destinado a ser.
—Algún día la hallarás. Estoy segura.
Dio una sonrisa, una que no llegó a sus ojos. —Realmente no apuesto mucho dinero por eso, pero gracias.
Me reí, porque lo dijo en el mismo tono en el que me molestaba cuando éramos amigos.
—Nunca te he agradecido lo suficiente, fuiste mi primer amigo. Me ayudaste en mis peores momentos.
—No hay nada que agradecer. Apreciaba esos instantes a tu lado. —no habló nada por unos segundos que se hicieron eternos—. Amelia, estoy feliz de haberte conocido. Eres tan especial. Y estuviste siempre que te necesité y sin pedir nada a cambio. Eras tan buena e inocente y sé que ya no sirve de nada. Pero te quiero. Y estoy muy feliz de que hayas encontrado al amor de tu vida. Ese hombre, que aunque me caiga mal, te ama con todo su ser. Daría la vida por ti y supo valorar lo que yo no. —me dio un beso en la frente—. Gracias por ser mi mejor amiga, mi apoyo cuando el mundo se desmoronó, mi pequeña.
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Hasta que el sol vuelva a sonreír
Teen Fiction¿Cuál es el cliché más grande de todos los tiempos? Enamorarte de tu mejor amigo. Soy Amelia y tenía una existencia normal, sin nada resaltante en ella. La típica historia, no podía negarlo. Mi vida social era casi nula, el cero a la izquierda. Has...