en donde Poseidón empezó a tener interés de una extraña Kitsune.
-Historia con capítulos cortos.
-Las imágenes utilizadas tiene sus dueños y yo solo los estoy utilizando por mero entendimiento.
-La historia toca temas delicados, solo que no soy muy...
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Hace mucho tiempo en la creación de la tierra se encontraba una pareja de Dioses feliz y que más podían pedir si su hijo estaba por nacer. Sin embargo, los últimos meses han sido difíciles.
Inazami sentía más ardor en su vientre tanto que lo confundía con fiebre. Izanagi la consentía llevándola al mar en donde la hacía flotar sobre la fría agua que hacía que la Diosa descansará. El gran día llego, pero algo salió mal....
El bebé tenía un gran poder de fuego que quemaba a Inazami en el parto y cuando nació la Diosa dejo de existir. Izanagi quedó devastado a tal punto que no reconocía a ese bebé, que los humanos lo nombraron Kagatsuchi, y con irá saco su espada para matarlo.
De sus partes nacieron varios Dioses que marcaron en la historia nipona. Sin darse cuenta, uno de esas partes cayos en manos equivocadas. Un ser maligno se refugio entre la oscuridad esperando su oportunidad de gobernar el mundo.
Pero en lo que el buscaba ese momento. Inari se encontraba viendo como una de sus Kitsunes llevaba su embarazo.
- Inari por favor deja que yo lo haga.- comento una mujer de cabellos blancos con un traje de Miko.
- Hinata... Estás embarazada tienes que tomar reposo.- comento Inari viendo a la terca Kitsune.
- Pero...-
- Pero nada, toma asiento.- tomo suavemente los hombros de la mujer para sentarla en un asiento para ella.- ¿Has pensado en un nombre?- pregunto regresando hacer la tarea.
- Para niño estuve pensando en Taiki...pero si es niña... Quiero que se llame Kyomi .- comento la futura madre acariciando su vientre.
Inari volteó hacia la mujer que veía con emoción su vientre. El hecho de que ella se halla embarazado fue una gran noticia ya que significaba que era la primera Kitsune en hacerlo, aunque bueno el padre de la criatura se trataba de un demonio que había vivido con humanos, así que era una excepción.
- Oh ¡Kageyama!- grito alegre la mujer cuando desvío a los lejos a su pareja.
Un hombre de cabellos rosas llegó al santuario con varias bolsas. Este se acercó donde estaban las mujeres primero saludo a su esposa con un pico y luego hizo una reverencia hacia Inari.
- Señora Inari deja que yo lo haga.- hablo el hombre haciendo bufar a Inari.
- ¿Por qué todos quieren hacer las tareas? Ve atender a Hinata que lo necesita más.- hablo la Diosa sacando una risa a la pareja.
- ¿Se lo has preguntado?- pregunto Kageyama viendo a su pareja, pero está negó.
- ¿Preguntarme que cosa?- pregunto y vio que la pareja se tomaba de las manos.
- No sé si sea demasiado, pero... Quisieramos que usted sea la madrina.- comento Kageyama viendo el vientre de su pareja.
El silencio se produjo en el lugar, Inari estaba con una expresión de asombró mientras que la pareja se encontraba con una sonrisa. Sin darse cuenta, Inari empezó a soltar lágrimas haciendo preocupar a la pareja.
- Estoy bien, no es nada es solo la emoción.- hablo mientras se secaba las lágrimas.- yo.... Acepto ser la madrina... ¡Pero no seré su niñera!- apunto a la pareja y estos asistieron. Una Miko llegó interrumpiendo el momento.
- Señora Inari, el señor Izanagi la solicita en su palacio.- comento la Miko para luego desaparecer.
- De acuerdo Kageyama, podrás seguir con la tarea y no dejes que Hinata haga algo forzoso.- hablo la Diosa extendiendo la escoba al demonio que asistió.
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Eran tiempos tan pacíficos que nadie pensó que se volverían cenizas.
