Capitulo 26

1.8K 163 16
                                    

Advertencia ⚠️: descripción de escena sexual referente a la masturbación.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
-------------------

Poseidon estaba sentado y enfrente de él había una silueta que aún no se revelaba de quién se trataba, pero por alguna razón estaban jugando ajedrez en la sala de su palacio.

-Jaque mate.- dijo Poseidon moviendo uno de las piezas.

- Mmm~ fue una buena jugada.- los ojos azules del Dios se abrieron al darse cuenta de quién era esa voz.- pero recuerda.- la silueta empezó a revelarse y efectivamente era ella.- siempre guardo mi mejor soldado para el momento adecuado.- era Kyomi que tenía esa sonrisa zorruna cuando una estrategia aparecía en su cabeza.

Poseidon empezó a sudar frío si fuera posible. La mujer se subió a la mesa y en el proceso tiro la tabla de ajedrez y las piezas para quedar de cuatro en la mesa.

- la pregunta es....- hablo mientras posaba su rostro cerca de su oído derecho.- ¿Cuando será aquel momento?- susurro para luego lamer su cuello.

Y finalmente despertó. Solo que no fue el único que se encontraba despierto. Levantó la sábana y vio a su miembro parado hasta podía sentir que la punta estaba algo húmeda por el pre-semen. Se puso de pie y se fue a su baño personal, una vez estando ahí cerró la puerta con seguro y se quitó la ropa para quedar completamente desnudo. Se dirigió a la regadera en donde abrió la llave y metió mientras sentía como el agua fría bajaba por su trabajado cuerpo.

-maldición.- maldijo mientras dirigía su mano a su miembro.

No era un maldito humano con la hormonas alborotadas como para hacerse una masturbación y un enfermo como para imaginarse qué Kyomi estaba siendo penetrada por él en el baño. Pero su mente no le hacía caso y la imágen de la Kitsune gimiendo ya sea por la estocadas o por qué su caliente cuerpo estaba pegado al frío azulejo hacia aumentar el movimiento de su mano.

Jamás fueron más allá que caricias ya que la Kitsune siempre mantuvo la promesa de que sería desvirgada luego de casarse.... Ahora eso quedó en solo una promesa manchada.

- Kyomi....maldita sea...- gruño Poseidon mientras que con su mano libre lo apoyaba al azulejo que tenía enfrente.

- ya veo por qué eres conocido como el Dios de los caballos.- conociendo a Kyomi sabría muy bien que ella diría algo así en la intimidad. Jamás dejaría de lado sus comentarios provocativos.

No supo en qué momento empezó a mover sus caderas, pero lo único que sabía era que hacer esto era mejor que hacerlo con Anfitrite. Soltó un gran gruñido cuando sintió soltar todo, su mano estaba lleno de su esencia y veía como se iba ya que lo puso al contacto con el agua.

Mientras que Poseidon se ocupaba de su desastre. En el mundo humano en un lugar llamado Santuario Chirai se encontraba la que provocó la erección del Dios tomando una taza de sake y jugando con una muñeca que una niña que fue a visitar el santuario le regaló. Su día iba relativamente normal hasta que alguien tocó la puerta.

- Pase.- hablo Kyomi moviendo la muñeca.

- Suma sacerdotisa...- hablo apenada Jin que tenía una expresión decaída.

- ¿Que paso, Jin?- pregunto extrañada mientras dejaba la taza en la mesa, no le gustaba para nada aquella expresión.

- Estuve en el pueblo y escuché una noticia.- hablo la Miko entrando a la oficina y cerrando la puerta a su espalda.

- vamos dilo, si es una noticia mala no busques otras palabras para suavisarlo.- comento Kyomi parándose de su asiento.

Jin había bajado al pueblo para mandar un mensaje a Sasaki que iba ser la más importante, ya que luego de pensarlo por mucho tiempo quería confesar aquellos sentimientos que los tenía guardados, pero cuando llegó, escucho como algunas personas decían que con orgullo que Miyamoto había ganado de nuevo y cuando dijeron el destino que recibió el perdedor sintió el mundo caer como las hojas de los cerezos en día donde la lluvia era cruel.

- Sasaki Kojiro.... Murió durante un combate contra Miyamoto Musashi... .-informo la Miko con la cabeza agachada mientras sentía sus ojos picar de nuevo y su corazón roto.

Los ojos de Kyomi se abrieron por un momento para luego bajar sus párpados casi cerrando sus ojos. Una triste sonrisa de formó en su rostro y se acercó a la miko.

- Ya veo... Gracias por decírmelo... Creo que soy yo la que te tengo que decirte lo siento.- Jin levantó la mirada algo confundida.- me di cuenta de como lo mirabas...- los ojos de la Miko se abrieron y las primeras lágrimas salían.- tómate unos días, se que lo necesitas...- Kyomi puso una mano en el hombro izquierdo de Jin.

La miko hizo un reverencia y se fue de la oficina. Cuando Kyomi vio que la puerta había sido cerrada fue cuando sus ojos empezaron a derramar lágrimas, le dolía la muerte de Sasaki no solo por qué si hicieron amigos, si no que también su actitud le recordaba a Despena, curiosa y siempre alegre como era de igual manera era antes de ese evento que marco en su vida.

- Te dije que no dejaras de entrenar.... No que murieras tan pronto.- hablo con una sonrisa, pero su tono era amargada.- ahora es hora de que cumpla mi parte.- se quitó algunas lágrimas para dirigirse a su escritorio de nuevo para escribir una carta.



Dejaría el Santuario.

La Suma Sacerdotisa del Tirano (Poseidon x OC) Shuumatsu no ValkyrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora