Un joven japonés se encontraba abriendo los ojos ya que escuchaba una voz femenina hablarle. Lo último que recordaba es que había peleado de nuevo contra el maestro Kamizumi y sentir un fuerte golpe en su cabeza.
- Repite después de mi "tres, dos, uno, uno, dos, tres, ahhh, ahhh" vamos.- fue lo que dijo aquella voz femenina y él sin dudarlo lo repitió con algo de lentitud y extrañes.- Bien, eso es bueno. Tu cerebro parece estar relativamente ileso, son buenas noticias.-felicito aquella voz.
Cuando se paró se dio cuenta que enfrente de él había una mujer de cabellos rosas, ojos morados y con un traje raro de Miko era la que le había hablado.-¿Dónde estoy?- pregunto el joven viendo a su alrededor con extrañes, ya que no recordaba haber caminado hacia un santuario.
- Moriste y se has sido ascendido al cielo.- dijo la mujer en un tono y pose seria que hizo poner pálido al joven, pero solo duró unos segundos cuando está empezó a reírse.- es broma, estás en el santuario Chirai...- hablo tratando de tomar aire mientras que el joven sentía que su alma volvía.-El maestro Kamizumi llegó contigo en su burro. Nos dijo que tuvieron un combate y te desmayaste cuando caíste y te golpeaste la cabeza.- explico con un tono más relajado mientras que el joven se levantaba.
- Que bien.... Bueno gracias por su cuidarme, pero estoy en un viaje - comento el joven, pero en una mano en su hombro lo detuvo.
- ¿Oh? Creo que te quedarás por un tiempo, tus heridas aún no se han sanado por completo.- comento está bajando de un costado la yukata del joven.
El chico se puso rojo por el acto de la mujer, pero cuando vio su hombro se dio cuenta te las vendas que tenía. Cuando está apartó su mano, el chico se acomodó su yukata, acción que se le hizo chistoso a la chica.
- Una miko vendrá con comida para ese posible hambre que tendrás.- comento la mujer y acto seguido el sonido del estómago del muchacho se escuchó.- no debe de tardar, ella te explicará donde te quedarás durante tu reposo, cualquier duda que tengas se lo puedes preguntar o ir a mi oficina a preguntar.- dio media vuelta y comenzó a caminar.
El único sonido era la de las hojas que caían y de los pasos que daba Kyomi en la arena. El joven de cabellos negros hizo un sonido que detuvo a la peli-rosa.
- ¿Cómo se llama?- pregunto y le mujer volteó su rostro.
- Soy la suma sacerdotisa Kyomi... Sasaki Kojiro.- fue lo que respondió para luego retirarse, pero extrañando a Sasaki por como sabía su nombre.- El maestro Kamizumi me lo dijo antes de irse.- contesto sin mirarlo para entrar a su oficina.
Sasaki se quedó ahí quieto por un tiempo, se le hacía muy raro ver una mujer con ese color de cabello, pero debía admitir que era bonita. Las pisadas de una persona llamaron su atención y se encontró con la Miko que menciono Kyomi, ya que está traía una bandeja con comida.
- Disculpe la tardanza.- hablo la mujer dejando la comida en la escaleras de madera.
- Oh no se preocupe, no tengo mucho desde que me levanté.- hablo Sasaki acercándose y sentándose. Una vez que dio las gracias empezó a comer.
- Disculpe...- hablo la Miko y Sasaki con la boca llena la miró.- escuché que estabas de viaje... ¿Puedo saber a dónde se dirigía?- pregunto apenada mientras que el joven hacia un esfuerzo por tragarse de una la comida que tenía en la boca.
- no tengo ningún destino, es solo un viaje para seguir perdiendo.- hablo y eso extraño a la Miko.- quiero convertirme en un gran espadachín, pero hasta ahora no he ganado ninguna pelea.- luego de eso empezó a reírse mientras que los cachetes de la joven se ponían rosas.
En una ventana unos morados veía esa escena con nostalgia. El amor a primera vista estaba a la par con el primer amor, ambos siendo las facetas más confusas y extrañas del universo.
Tal vez no sería tan malo quedarse por un tiempo más.
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La Suma Sacerdotisa del Tirano (Poseidon x OC) Shuumatsu no Valkyrie
Fanfictionen donde Poseidón empezó a tener interés de una extraña Kitsune. -Historia con capítulos cortos. -Las imágenes utilizadas tiene sus dueños y yo solo los estoy utilizando por mero entendimiento. -La historia toca temas delicados, solo que no soy muy...