La Suma Sacerdotisa del Tirano (Poseidon x OC) Shuumatsu no Valkyrie

Capitulo 21

Poseidon estaba caminado en un campo de flores desconocidas para él. No sabía por qué avanzada, pero se escuchaban una serie de risas femeninas y de un relinchar a la distancia. Un lugar que le transmitía paz y seguridad.

Extrañado subió a una colina que apareció de la nada y al llegar a la cima se quedó quitó ver de quienes se trataban aquella risas que escucho anteriormente. Estaban sus hijos y Kyomi con ellos riéndose, pero cuando notaron la presencia del Dios estos se callaron y su expresión se volvió sería.

-¿Que haces aquí?- cuestionó Kyomi con una expresión sería ¿Por qué le dolía recibir esa expresión?

De un momento para otro el paisaje cambio. Sus hijos ya no estaban, el pacifico lugar fue cambiado a uno de destrucción y Kyomi tenía esa apariencia que tanto odiaba, pero con un hueco en su cuerpo y sangre brotaba de su boca.

-¿ Por qué estás triste?- pregunto sería mientras que sus manos paseaba alrededor del hueco.- Después de todo mataste a tu hermano de está manera y no sentiste nada... Pero.... ¿Por qué estás triste por un demonio?- se acercó a Poseidon y este no se movía.

No supo cómo, pero ahora había atravesado su lanza en el pecho de está y está miraba con horror el nuevo hueco.

- Ya veo.... No importa que me hayas jurado amor... Oh que hayamos prometido casarnos y tener hijos... Para ti solo soy una mentirosa...- acercó sus manos al rostro del Dios.- solo lo único que jamás mentí fueron mis sentimientos por ti y por los niños.- acercó sus labios con las de Poseidon para dar un pequeño beso que se termino cuando el Dios la lanzó y está terminó impactando en una pared.

Y finalmente abrió los ojos.... Otra vez ese sueño.

Se sentó en su cama y las sábanas cayeron suavemente de su cuerpo. Pensó en cuanto tiempo había soñado eso una y otra vez, no lloraría por ella y ni siquiera se culpaba de haberla matado.

Ya había pasado tiempo sobre ese incidente. Anfitrite solo tuvo que estar encarcelada por un corto tiempo por el secuestro de Kyomi, aunque trato de ser la inocente no lo logro ya que no supo cómo explicar por qué la Kitsune estaba en ese lugar, y todo lo que pasó en Naxos fue culpado a la fallecida Kitsune. Inari se había encerrado y no había modo de que alguien la sacará, solo las Kitsunes eran las únicas que entraban y parecían que algo ocultaban, pero estás eran buenas guardando secretos. Ya que extrañamente el Dios de los truenos Nórdico, Thor la visitaba sin lograr nada, aunque bueno esté jamás diría algo.

Sus hijos estaban afectados por la muerte de Kyomi y sobretodo Despena, pero estos no podían gritar a su padre así que ahora estaban distanciados. Se dirigió al comedor para desayunar y vio a sus hijos junto con Proteo y algunos más del servicio que saludaron con respeto al Dios.

- Ya no tengo hambre.- hablo Despena dejando su tenedor y bajándose de la silla.

- Termina tu comida Despena.- hablo Poseidon sentándose en su silla.

- he dicho que no tengo hambre.- hablo Despena en la puerta.

- ¡NO ME IMPORTA SI NO TIENES HAMBRE, ES UNA ORDEN!- y luego de ese grito el lugar se quedó en silencio.

Esta es la primera vez que le gritaba a su hija y eso detuvo la escapada de la pequeña que empezaba a sollozar. Despena extrañaba demasiado a Kyomi, aunque Poseidon le dijo la verdad que la mato por qué era un demonio, eso no hacia cambiar el cariño que le tenía. No lograba entender cómo su padre pudo hacer eso cuando una vez esté le contó de cómo sería la boda.

- tu sabías muy bien como me sentía en no tener una madre....- hablo Despensa entre sollozos hasta caer de rodillas en el suelo.- cuando la conocí... Sentí lo que más anhelaba....¡¡Y TU SOLO LA MATASTE COMO EL TÍO ADAMAS!!- se volteo y miro por primera vez a Poseidon con odio.- ¡¡ TU ERES EL VERDADERO DEMONIO QUE ME ARREBATO A MI MAMÁ!!!- fue lo último que grito la pequeña para pararse y luego salir corriendo.

El comedor quedo en silencio y Arión lentamente se retiró para seguir a su hermana. El personal miraba nervioso a Poseidon que se encontraba estático y miraba a un punto muerto. Sin embargo, los sirvientes miraron al suelo cuando el Dios rompió la mesa de un puñetazo.

- ¡¡AHHHHHHH!!- grito el Dios mientras que la imagen de Kyomi con una sonrisa aparecía en su mente.

¿Por qué? ¡¿Por qué le afectaba tanto ver a sus hijos de esa forma?! Ya les había explicado que lo tuvo que hacer por qué ese era el deber de un Dios como lo eran ellos.

Y las olas reflejaron todo ese odio y tristeza.
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Cuatro capítulos en un día, nuevo récord (◡ ω ◡).
Espero que les haya gustado no se olviden de votar y comentar, nos vemos (｡•̀ᴗ-)✧