犬 : Colmillos. ⌗‾ » sungsun «.

018

Capítulo 18.
•     »    🕸.   «     •

— Será mejor que te mantengas alejado, Sunoo.

¿Qué? Pero.

—¿Qué? Pero hyung, ¿Por qué dice eso?

Sunghoon le mira por unos varios segundos más y sin mencionar alguna otra palabra, sale de la sala, dejando a todos en un silencio incómodo.

Sunoo sentía ganas de llorar, todo su esfuerzo se había ido a la basura, Sunghoon había vuelto a ser indiferente con él, lo estaba tratando de nuevo como un desconocido.

Se levanta de su asiento y sale de igual forma del lugar, buscando a su mayor con la mirada, encontrándolo subiendo las escaleras.

Corre hacia él y toma su mano, deteniéndolo haciendo que el chico volteara a verlo.

— ¿A que se refiere cuando dice que me aleje? ¿Quiere que me vaya? ¿Quiere que le dé algo de espacio?

— Quiero que dejes de hablarme, ya no quiero tener alguna comunicación contigo.

— Pero hyung...

— Pero nada Sunoo, respeta mi decisión.

— Lo hace por lo qué pasó hoy en su habitación, ¿cierto?

— Lo hago porque ya no quiero hablar contigo, el trabajo ya terminó, ya no tenemos porque seguir viéndonos o hablando.

— Hyung, no diga eso... yo lo quiero.

— Ese es tu problema.

El mayor se suelta del agarre siguiendo con su caminata.

— Su padre me dijo quien es realmente.

Suelta Sunoo buscando desesperadamente que el mayor pusiera algo de atención en él, lográndolo cuando mira como deja de caminar, quedándose estático sin voltear hacia atrás.

— ¿Qué?

— Me dijo que usted y su familia son parte de la raza de vampiros.

Sunghoon voltea a verlo, y cuando pensó que gracias a lo antes dicho iba a caminar de nuevo hacia él, no se equivocó en lo absoluto.

Aunque la forma en la que lo hizo, no fue del todo agradable. Sunghoon llega hasta él, chocando sus pechos debido a la cercanía, casi rozando sus narices, sintiendo la respiración del contrario.

— Te atreves a mencionar una jodida palabra de lo que te dijeron mis padres, y te prometo que te arranco la garganta a mordiscos.

Murmura ronco hacia él, logrando intimidar al chico menor, haciendo que se hiciera chiquito encogiéndose en su lugar.

— Hy-Hyung... yo no diré nada, se lo prometo.

Sunghoon tensa ligeramente su mandíbula, respirando profundamente el aroma natural a frutos rojos que emanaba el menor.

Y aunque no lo admitiera, amaba ese aroma.