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Capítulo 34.
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Jake estaba confundido.

Por supuesto que lo estaba, era de esperarse, a este punto de la historia, donde sabía que los dos chicos por el que su corazón latía a mil por minuto cada que los veía, le correspondieran sus sentimientos, hacia que se sintiera aún más confundido.

Y peor aún, no tenía idea de que hacer.

Él había conocido lo que era enamorarse de alguien con Heeseung, pero como ya se sabe, las cosas no salieron nada bien.

Después tenemos su situación pasada con Riki, él sabía que su relación tampoco era color de rosas, pues se había enamorado de él aún estando prácticamente amenazado.

Síndrome de Estocolmo, si queremos ser más exactos.

Con ninguno de los dos había empezado muy bien que digamos, sin embargo, ambos supieron cómo llevar la situación y en cómo conquistarlo.

Ahora, lo que estaba mal, es que ambos supieron cómo enamorarlo.

Se había enamorado de dos chicos a la vez.

En situaciones menos complicadas, ¿Qué es lo que se hace cuando sabes eso?

Él suponía que lo mejor era quedarse con la segunda persona, pero se sentía tan egoísta al no querer dejar ir a Heeseung.

Y si hablamos de una relación poliamorosa, eso era casi imposible, conocía a Riki y a Heeseung muy bien, ambos eran demasiado posesivos con él, no se permitirían compartir a su chico con otra persona.

Aunque por supuesto, la idea no le parecía nada mal.

Estaba en una situación muy difícil, y sabía que cada acción podría alterar su relación con cada uno de sus chicos.

Suspira cerrando sus ojos, deseando que un hada madrina llegara a salvarlo.

Era ya de madrugada, una y cuarto de la mañana, se encontraba en la sala de estar, con una taza de chocolate caliente en sus manos, una frazada cubriendo su cuerpo, y la chimenea humeante frente a él.

Si su mente no estuviera perdida, esa sería una noche perfecta para él.

Siente como el asiento aún lado suyo del sofá se hunde, voltea para ver de quien se trataba y we encuentra con el delineado y apuesto perfil de Heeseung, quien miraba la chimenea concentrado.

Una taza también estaba en sus manos, pero supo que era café amargo al ver el color tan oscuro.

Y por alguna razón, se sintió muy nervioso en ese momento, no entendía porqué, pero ahora podía entender a las niñas de secundaria cuando contaban lo nerviosas que se sentían cuando hablaban con su amor platónico o cuando compartían asiento con él.

Se sentía estupido, pues siempre se burló de ellas, y ahora, estaba en las mismas.

— ¿Tú tampoco puedes dormir?

Dios, ¿Desde cuando la voz de Heeseung era tan ronca y tan preciosa?

Se maldecía por no saber que contestar, se había quedado sin lengua al parecer, pero su nerviosismo hacia que se quedara paralizado y no supiera que hacer.

犬 : Colmillos.  ⌗‾  » sungsun «. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora