犬 : Colmillos. ⌗‾ » sungsun «.

Especial 2.0

Especial: Heeyunki.
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Parte 2.

— A ver, déjame ver si entendí, llegaste a un parque llorando, un niño bonito y pequeño llegó contigo, te preguntó porque llorabas, conversaron, llegó otro niño más grande a decir que era su hermano, se fueron a casa y ahora llegas tú aquí a decirnos que quieres adoptar a ambos, sin siquiera saber bien cuáles son sus nombres, quienes tienen la custodia, o si pertenecen a una mafia y solo buscan engañarte y secuestrarte.

— Exacto, eso mismo.

— Jake, es en verdad muy estupido, mi amor.

— ¡Joder, claro que no!

— Es que, ¿en verdad lo estás diciendo en serio? Es muy peligroso.

— ¡Por supuesto que si! Muy en serio.

— Disculpen por intervenir...—Riki se mete en medio de la discusión.— Pero lo que dice Heeseung es cierto, bebé, adoptar a un niño que te encuentras en la calle no es tan fácil como adoptar un cachorro o un gatito, es un proceso demasiado largo, y considerando que tendríamos que involucrarnos con protección infantil, solo podrían conocer a dos padres, y no a tres.

Jake hace un mohín dejándose caer en el sofá, eran muchos peros en su contra, y por más que trataba de convencer a sus novios en que le apoyaran con su decisión, solo seguían negándose rotundamente.

Y odiaba que tuvieran razón, pues sabía que no sería nada fácil, en si no conocía bien a los pequeños, no sabía nada de ellos, pero lo que sí sabia, era que son dos niños pequeños e indefensos que están expuestos al peligroso mundo en donde vivían, luchando por sobrevivir todos los días, completamente solitos.

Jake recodaba sus caritas, recordaba a Seongmin sonriéndole, y a Jungmo mirándolo con desconfianza mientras trataba de proteger al bebé con su pequeño cuerpo.

Ellos merecían tener un hogar estable, poder tener todas las comidas del día, una cama calientita en donde resguardarse del frío, o aire acondicionado para poder soportar las altas temperaturas de Seúl, merecían unos padres amorosos que se preocupen por ellos, un closet lleno de ropa bonita, poder estudiar y conocer todas las golosinas del mundo, ellos merecían la mejor vida que pudieran imaginar.

Y Jake podía darles esa vida sin problemas.

Esperen, Jake podía hacerlo, claro que podía, no sería fácil pero tampoco imposible, estaba a punto de rendirse sin siquiera luchar un poco por esos bebés.

Unos meses de papeleos para adoptarnos no se compararían nada por toda la vida llena de peligros que estaban viviendo y seguirían haciéndolo.

Jake tenía que luchar por ellos, con o sin el apoyo de sus novios.

El sabía que eran sus hijos, lo sentía en su corazón, desde el primer instante en que los vió, supo que sería así.

Haría todo lo posible e imposible para poder ser el mejor padre para sus niños.

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Jake estaciona su auto en el estacionamiento del lindo parque.

Dos meses habían pasado ya, donde Jake iba todos los días a saludar a Seongmin y en ocasiones a Jungmo, pues este trabajaba mucho vendiendo golosinas para una señora.