犬 : Colmillos. ⌗‾ » sungsun «.

Especial 3

Especial: Sungsun.
•     »   ⋯   «     •

"Todos lo miran a él..."

Sunghoon miraba detenidamente a su esposo, su sangre caliente recorría sus venas haciendo arder todo el cuerpo, su mandíbula se encontraba tensa y su mano apretaba la copa de champán que traía en ella.

Su ágil visión solo captaba a una persona.

A Jung Jaehyun.

A Jung Jaehyun conversando con su esposo.

A Jung maldito Jaehyun coqueteando con su esposo.

El tipo vestía su costoso traje negro, sus manos sostenían de igual forma una copa de champán y con una pequeña sonrisa coqueta, miraba con una ceja alzada a Sunoo que le platicaba animadamente sobre ningún tema en específico.

Sunghoon sabía que su precioso chico estaba ajeno a la situación, y eso hacía que sus instintos se pusieran más alerta al sentir a su esposo en zona peligrosa.

En ese momento se maldecía a sí mismo por no ser capaz de tener el don de matar a las personas con la mirada.

Jaehyun estaría muerto desde hace rato si eso hubiera sido posible.

Solo quería que su esposo terminara de una vez por todas con esa conversación y regresara a sus brazos.

Ambos se encontraban en una cena de negocios, Heeseung cerraba un trato muy especial con un socio y había decidido invitar a su familia y amigos a la cena de celebración que había organizado.

Jaehyun por supuesto, como hombre de negocios con buen prestigio, había sido invitado de igual forma, y cuando sus ojos se posaron en el apuesto chico que era Kim Sunoo —o Park Sunoo como Sunghoon lo presentaba.—, su corazón había latido con fuerza, no dudando ni un poco en acercarse al chico.

Y por supuesto, tampoco contando con lo increíblemente posesivo y celoso que era el esposo de Sunoo.

— En el auto, aún lado de la refacción extra que se encuentra en la cajuela.

Sunghoon mira a Jay con gran confusión en su mirada cuando le entrega las llaves de su auto.

— ¿Qué?

— Ahí tengo el bate de béisbol.

— ¿Y yo para que carajos quiero eso?

— Para que de una vez acabes con ese pobre hombre que tanto le coquetea a tu chico, de todas maneras, en la boca del lobo ya está.

— No ocupo ningún bate, si lo mato, quiero que mis propias manos truenen ese maldito cuello.

Jay le mira con terror, alejándose disimuladamente de él unos cuantos centímetros.

— Lo que digas, maldito fifa.

— Es que, ese idiota sigue coqueteando con MI esposo, sin importarle ni un jodido huevo mi presencia.

— ¿Entonces por qué no lo alejas?

— Porque no quiero tener problemas con Sunoo, hemos discutido varías veces por mis arranques de celos, según él, suelo ser muy exagerado y hago las cosas sin pensar, ¿puedes creerlo?.