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Nunca fue consciente de cuan destrozada estaba, hasta que él no estuvo en su vida para maquillarlo con falsos actos de cariño. Siempre la mantuvo de la misma forma, demostrando intermitentes señales de amor, simplemente para asegurar que ella nunca se iría. Porque sabía que jamás sería capaz. Él fue su primer amor, y tuvo la mala suerte de no haber conocido ese sentimiento antes, y creer que en eso se resumía, siendo lo más lejano a aquello.

         Le mataron tantas cosas, la humillación por parte de Tom, los comentarios sobre ella, el hecho de que nunca la amó, que todo se resumió en la idealización que Irish había formado en su mente de él, y se había enamorado perdidamente de ese ficticio personaje. Sin embargo, había algo que dolía más que todo aquello. La indiferencia. La constante necesidad de provocar algo en él, algo de atención, haber esperado por una disculpa que nunca llegó, porque no le importaba. No tenía la intención de recuperar a alguien que era irrelevante. Le dolió inmensamente haberle dado ese lugar, a aquella persona, que no lo merecía. Hacía más real la convicción de que nunca fue recíproco, y todo fue una mentira. 

          Y lo peor no era que jamás sería capaz de odiarlo, porque había crecido con él, lo más triste era que nunca podría actuar de la misma manera, nunca podría devolverle aquella indiferencia, a pesar de que lo deseara, siempre le iba a importar su opinión, su presencia y ausencia, sus palabras, su mirada, su propia indiferencia.

         Archie yacía acostado al lado de Eryx, justo pegado a su cuerpo. Era palpable que lo había extrañado, tanto por su bienvenida como porque no se había apartado de él en todo el rato. El joven lo acariciaba con cautela, sin apartar esas esmeraldas de Irish, mientras esta hablaba, aunque sin ser capaz de sostenerle la mirada. Escuchó la charla con atención, sumamente sumergido en su voz, en sus palabras, en su dolor, el cual también era tangible en su forma de hablar. Los efectos del alcohol habían disminuido en su ser, y tenía unas terribles ganas de orinar, pero se aguantó. Era capaz de sostener lo que hiciera falta para no interrumpirla.

           Irish miraba hacia la pared, sus manos, las sábanas, fijaba su vista en cualquier lugar que no fuera la persona que estaba acostada justo frente suya. Estaba soltando todo sin siquiera procesarlo por su mente, estaba exteriorizando su dolor, tanto el que cargaba con su historia, como el que sucedió después, como el que seguía llevando consigo misma. Estaba confiando ciegamente en Eryx, y en cierto modo, tenía la certeza de que no se estaba equivocando. De que nunca sería un error apoyarse en él, porque a diferencia de Tom él no trataba de ser otra persona, se mostraba tal y como era, y no estaba cayendo por alguien que no existía. Se estaba encariñando de alguien real, y noble.

—Los descubrí en el baño de la casa de Hannah, besándose —dijo Irish, poco a poco disminuyendo su tono de voz, hasta que casi acabó susurrando.

            Ciertamente le avergonzaba hablar de aquello, por haber dejado que ocurriera, por haber sido tan estúpida. Porque era una niña, y la confianza le jugó una muy mala pasada. Se avergonzaba de haber permitido tanto, por no haber sabido poner un límite, y haberse marchado cuando debía. Sobre todo, se avergonzaba porque habría sido capaz de perdonarle todo, si tan solo Tom hubiera dado señales de arrepentimiento, y aún así él tuvo la elección de no hacerlo. Se odiaba por haber sido tan ingenua, porque jamás tuvo la batuta en sus manos, él siempre tuvo las de ganar, y ella se lo permitió.

—¿Hannah era tu amiga de la universidad? —preguntó él, a lo que Irish asintió pareciendo absorta en un punto fijo en aquella habitación.

—Él salía con las dos —contó—, después de esa noche no volvió a buscarme, nunca. Actuaba como si yo nunca hubiera existido en su vida, aunque para hablar mal sobre mí se le olvidaba —habló con la voz algo quebrada, pero continuó—. Tom le dijo a sus amigos de todo, le habló pestes sobre mí, incluso le contó sobre lo que hacíamos en la cama, Patrick se lo dijo todo a Phoebe y yo...

Mamba negra #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora