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Irish se había despertado aquella mañana con una extraña sensación

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Irish se había despertado aquella mañana con una extraña sensación. Con ilusión por ser la boda de su mejor amiga de la adolescencia, sin embargo, también se percibía más indiferente de lo habitual. Todo tipo de recuerdos la habían acompañado desde su despertar, recuerdos de los años de amistad que había compartido con Phoebe, recuerdos de la noche anterior, recuerdos de cómo se había sentido los meses previos. Había analizado interiormente la manera en la que había actuado su mejor amiga, y realmente se sintió muy ajena a esa boda. Hacía alrededor de un mes, Phoebe le había pedido que prepara un discurso, para pronunciarlo en el banquete, junto con Liam y los mejores amigos de Patrick, en los que supuso que se incluía a Tom. Había escrito algo, pero se sentía extremadamente hipócrita al ser capaz de soltar esas palabras delante todos los invitados, porque era consciente de que no las sentía así, nada era igual. A pesar de haber intentado obviarlo, la relación con Phoebe se había distanciado, y por más que pretendiera culpar a Eryx de ello, se habían alejado mucho antes de que aquel castaño de ojos verdes apareciera en su vida.

          La joven se encontraba a solas en la habitación de hotel, Eryx había salido con Mike tras haberse vestido. Ella estaba en el baño mientras él se había preparado, por lo que no había alcanzado a verlo en su traje nuevo, con su reciente peinado, y esa perlada sonrisa que le había regalado al despertarse. A pesar de lo sucedido la noche anterior, de tener razones para no conseguir conciliar el sueño, había dormido bastante decente. 

           Irish terminó de maquillarse, dejando para el último paso el labial rojo que había escogido, para darle algo de vida a su rostro. Consiguió esbozar una pequeña sonrisa hacia el pequeño espejo de viaje en el que se reflejaba. Era hora de ponerse el vestido. Había peinado su pelo en un recogido bajo, respetando la partición de su cabello, peinado por detrás de sus orejas. Sacó el vestido de la bolsa en la que lo había transportado, y tras observarlo por algunos minutos, se deshizo del albornoz que llevaba puesto, para colocárselo. 

           El sonido de la puerta la interrumpió, y maldijo en voz baja antes de acercarse hasta esta, sujetando el vestido por atrás, ya que no había sido capaz de subir la cremallera. Abrió la puerta, encontrándose la figura de su mejor amigo, con la sonrisa más encantadora que podía haber visto. 

—Llegas justo a tiempo —dijo ella haciéndose a un lado para pudiera entrar—, para ayudarme con esto.

           La castaña se giró de espaldas a Liam, y tras escuchar la risa que había provocado en este, sintió sus hábiles manos, subiendo la cremallera, hasta que la prenda acabó ajustada a su figura. Irish se volvió hacia su amigo, arreglando con sus manos la falda que caía del vestido. Este era blanco, pero encima estaba cubierto por un tul negro, el cual lo hacía ver más elegante. Era ajustado hasta la cadera, donde la falda caía en pliegues con algo de vuelo, hasta la mitad de su muslo aproximadamente. El escote dejaba ver sus hombros al completo, sin tirantes, y se alargaba hasta su vientre, dándole un toque atrevido. Lo había acompañado con unos zapatos de tacón negros, con detalles plateados en la punta.

Mamba negra #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora