Irish comprobó por última vez su maleta. Solo iba a ser un fin de semana, y a pesar de haber luchado por cerrar aquella maleta, sentía que no era suficiente. Que estaba olvidando algo. Sacó el equipaje de su habitación, dejándolo justo al lado de la puerta de salida, y volvió a su cuarto. Se vistió con un vestido de color crudo, que caía ligeramente ajustado a su figura hasta su rodilla. Estaba terminando de maquillarse cuando la pantalla de su móvil se iluminó, mientras el nombre de Eryx aparecía en esta. Había llegado. Se apresuró a recoger todo, y agarró su bolso, el cual ya había preparado.
De un momento a otro se encontraba tirando de la maleta hasta el ascensor, mientras que con su mano libre alzaba la percha de la que colgaba su vestido para el gran día, el cual estaba oculto tras una bolsa de tela negra. Salió a paso rápido del edificio, y pudo distinguir la anatomía de Eryx esperándola fuera del coche, concretamente apoyado en este, soltando el humo de un cigarro. Dudó de su estabilidad por un instante antes de acercarse a aquel apuesto hombre. Este tiró la colilla al suelo, y la ayudó con su equipaje. Irish se limitó a admirarlo, a él y a su nuevo corte de pelo.
—¿Qué te parece? —preguntó Eryx girándose hacia ella, una vez que había terminado.
—Es... —se quedó en silencio por unos segundos. Su pelo, su rostro totalmente inmaculado, recién afeitado... Realmente se había quedado sin aliento—. Me gusta.
Irish sintió cómo sus mejillas se calentaban gradualmente, mientras que la sonrisa de Eryx solo crecía en su rostro. La chica maldijo por un momento, porque había soltado un cumplido por el que él debería estar sonrojándose, y sin embargo, era al contrario.
Ambos subieron al vehículo, y abrocharon sus cinturones de seguridad. Irish se dio el permiso de encender la radio en el instante en que Eryx arrancó el motor. Iba a ser un viaje de dos horas, al menos. Phoebe había decidido casarse en Washington, tras dar muchos tumbos respecto al sitio, el catering, y todo lo relacionado con su casamiento, parecía haber escogido algo acorde a ella y a su cartera. Pagoda Point Defiance, así le había escrito por mensaje. Parecía ser un lugar elegante a la par que sencillo, perfecto para un evento de ese tipo. En cambio, la cena de ensayo estaba programada en un restaurante cerca de la zona. Eryx y Irish habían reservado habitación en un hotel que estaba cerca de ambos lugares, realmente lo habían hecho por su cuenta, sin embargo, Phoebe no se preocupó en lo absoluto por ello.
Irish creía que la futura novia podría estar molesta aún por su elección de acompañante. Mas no se martirizaba por ello, porque ciertamente no era su culpa, y Eryx había intentado convencerla de que si a Phoebe aún le importaba, realmente era su problema. Por otra parte, Mike y Liam también habían cogido una habitación en el mismo hotel que ellos, y le agradaba la idea.
—¿Estás nerviosa? —preguntó Eryx, tratando de romper el silencio que los rodeaba.
Irish observó a su acompañante, aún sin asimilar su nuevo aspecto. Se veía impecable, definitivamente hermoso, no podía negarlo. Se preguntó cuándo conseguía verse mal.
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Mamba negra #PGP2022
Teen Fiction«Dicen que no hay razón para vivir con el corazón roto»