Después de unos minutos, ambos ya nos habíamos puesto la ropa que Annie llevó para nosotros, a mi me quedaba más grande de lo normal, pero era cómoda. Fuimos hacia el comedor, estaba repleto, parecía que todos los chicos estaban allí, en cuanto entré junto con Alexander todos voltearon a vernos.
- Nos ven como si hubiéramos matado a alguien.- me susurró Alexander al oído.
Yo sólo me quede callada y buscando un lugar en donde sentarnos, vi varios rostros conocidos, también vi a Annie en una mesa del fondo, estaba sola, cuando caminaba para allá, un chico se puso en mi camino. Lo conocía, era el hijo de la asistente de mi abuelo, Keyle.
- Sabía que en algún momento tendrías que venir.- me dijo él
- Déjame en paz.- le dije mientras traté de seguir caminando.
- Oh ¿Y tú dejaste en paz a toda esa gente que murió por tu culpa?
- No murieron por mi culpa.
- Claro que lo hicieron.- dijo el, y se cruzó de brazos, no podía irme ahora, eso haría que me viera débil.- Y tu abuelo.- soltó una carcajada.- Tu abuelo ni siquiera pudo morir como debió haberlo echo, se ahogó con su propia sangre, eso es patético.
Su comentario no me hirió, no después de saber todo lo que hizo. Me le quedé mirando con indiferencia, el notó que su comentario no me afectó, le sonreí con los ojos entrecerrados.
Pero entonces, siguió hablando:
- Tú, de cierto modo, has echo que miles de personas sufran.
- Yo no he echo nada de eso.- le dije
-Si, tu mataste a mis padres, a los de todos nosotros.- noté que la mayoría de las personas en el comedor nos estaban mirando, Annie no lo estaba haciendo, ella estaba distraída mirando hacia otro lado con la mirada perdida.- Tu mataste a Odair, e incluso a Primrose Everdeen, fue tú culpa.- me dijo entre dientes.
No lo resistí más, me abalance contra el y cayó al suelo, lo golpeé en la cara y después en las costillas, ya se había formado un círculo de personas alrededor, nadie trató de separarnos así que seguí golpeándolo.
El tiró de mi cabello y me golpeó en el cuello, Alexander intervino y trató de apartarme de el, o más bien de que el se apartara de mi, mientras el me tomaba de los codos para alejarme, yo le di otro golpe a Keyle con mi pie, el ya sangraba de el cuello por mis rasguños y tenía un ojo bastante rojo.
Pero entonces, alguien, que no era Alexander, me tomó por el cuello y me empujo hasta que salimos del comedor hasta un patio, no podía voltear a mirar quien era. Me estampó contra la pared mientras me apretaba el cuello, era Johanna Mason.
- ¿Qué demonios crees que haces? me grito
Pero obviamente, yo no podía hablar, estaba apretando mi cuello demasiado fuerte.
- Sólo mírate.- me dijo entre dientes.- Igual de patética que tu abuelo, ¿También te gusta lastimar a las personas, cierto? Igual que el.
- No... soy como él.- no estaba segura si ella había entendido mis palabras.
- Si lo eres, pero no lo quieres aceptar, no quieres aceptar que eres igual que tu abuelo. Eres cruel, pero te escondes detrás de una mirada tierna e inocente, te da miedo aceptar que no eres nada de eso.
Lo que hice después, ni siquiera yo lo pude creer, le rasguñe el cuello y comenzó a brotar sangre, me soltó pero después me dio un golpe en la sien, me reincorporé y la pateé en el estomago, ella escupió sangre, todo lo demás comenzó a ocurrir demasiado lento, miré mis manos, estaban llenas de sangre, Johanna me miraba con furia pero no me trató de golpear otra vez. Tal vez ella tenía razón, era igual de cruel que mi abuelo, pero trataba de esconderme de mi misma. Caminé hacia mi dormitorio, Alexander se me quedó viendo, no dijo nada, caminó a lado mío.
ESTÁS LEYENDO
Después de sinsajo
FanfictionDurante años los vencedores los juegos del hambre se llenaban de riquezas y a mi parecer, eso era suficiente. Pero después noté que las riquezas no eran nada comparado con el sufrimiento que los tributos debían soportar antes y después de los juegos...