Después de lo que parecían unas cuantas horas, volví a abrir los ojos y Alexander ya no estaba abrazándome, sentí alivio, ni siquiera sabía como había llegado a estar en esa situación. Me quedé mirando al techo pensando en cómo todas les decisiones que había tomado en el día me habían llevado de regreso a el lugar donde me encontraba ahora. Estaba confundida.
También me quede pensando que habría sido de mi vida si no hubiera crecido con mi abuelo, si mis padres se hubieran quedado conmigo... si no hubieran muerto. Incluso se me cruzó por la mente la idea de que mi abuelo me hubiera mentido sobre su muerte, si ellos estuvieran vivos podría tratar de encontrarlos, pero nunca supe nada sobre como murieron ya que se me tenía prohibido preguntar sobre ello y, a todos los sirvientes de la mansión se les tenía prohibido hablarme sobre ello. Hasta donde yo sabía, los padres de Alexander los conocían y hablaban bastante, pero ellos también murieron.
Decidí que como no podía dormir, prefería salir a caminar por el edificio.
Bajé de la litera tratando de hacer el menor ruido posible, pero Ethan estaba despierto y sentado en el suelo.
El estaba a punto de decir algo pero le indiqué que no lo hiciera.
Abrí la puerta y salí, por desgracia él también salió.
- ¿Qué pasa?- preguntó él
- No puedo dormir.- le dije mientras seguía caminando.
- Yo tampoco puedo.-dijo
- Remordimiento de conciencia tal vez.
Ignoró mi comentario.
- ¿Por qué no puedes dormir?- Me preguntó
- Pienso en demasiadas cosas.- le dije con tono cortante.
Llegamos a una sala con dos sillones y una mesa entre ambos, casi todo allí era gris.
- Quizá hablar sobre ello te haga sentir mejor.- me dijo, sentándose en uno de los sillones.
Me senté en el otro.
- Quizá, pero no contigo.- le dije con una sonrisa falsa.
- Mmm, escucha: yo duermo mejor cuando escucho historias y quizá tu lo hagas si me cuentas en que piensas.
Puse lo ojos en blanco.
- No te interesan mis historias, además, no confio en ti.
- Ya te dije que no hay razones para que no lo hagas, no te quise hacer daño, si hubiera querido hacerlo lo hubiera hecho en la primer oportunidad que tuve.- dijo con mirada seria.
Me quedé callada.
- Que te parece esto:-Dijo.- Cuéntame porque no puedes dormir ahora y mañana haremos como si nunca hubiéramos venido a hablar.
- Esta bien.- le dije y suspire.- Es sobre mis padres.
- ¿Murieron no es así?- Me preguntó con mirada compasiva.
- Si, al menos eso es lo que me dijeron.
- ¿No crees que sea verdad?- Me preguntó
- No lo sé, no confío en todo lo que me dijo mi abuelo.
- Tienes un problema de confianza al parecer.- dijo sonriéndome.
- Si eso creo, pero... Nunca vi sus tumbas, ni siquiera se exactamente que fue lo que les paso, ni siquiera sé cómo son ellos.
- Vaya, ¿ni una foto?
- Ni siquiera eso.- le dije.
Escuchamos una risa.
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Después de sinsajo
FanfictionDurante años los vencedores los juegos del hambre se llenaban de riquezas y a mi parecer, eso era suficiente. Pero después noté que las riquezas no eran nada comparado con el sufrimiento que los tributos debían soportar antes y después de los juegos...