Después de la espera

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Después de por lo menos quince minutos, Ethan subió, tenía un pequeño moretón en la mejilla y se veía cansado.
- ¿Miranda te hizo eso?- Le pregunté
Él asintió.

- No es tan débil como parece.- dijo él

- Bien.- le dije.- ¿Puedes explicarme que pasó?- Me puse de pie

Pasó una mano por su cabello, era castaño. Pude notar lo nervioso que estaba él.

- No quiero hablar de eso...- dijo

- Pero quiero que me lo digas.

- Es incómodo.- dijo.

- ¿Incómodo? Sé que me querías matar, pero también sé que no lo hiciste en ninguna de las dos oportunidades que tuviste, así que, por favor, sólo dime porque lo ibas a hacer...

Se quedó callado unos segundos más.

- Y también quiero saber porque no lo hiciste.- Le dije

- Bien.- Se acercó a mi.- Desde que nos enteramos de que no habría otros juegos quisimos... Vengarnos.- dijo mirando al suelo.

- ¿"Nos enteramos"?- Dijo Alexander, Ethan retrocedió unos pasos de mi

- Si.- dijo Ethan.- Estoy en un grupo rebelde.

- Por eso sabían de los túneles, por eso tenían esos trajes.- dije con la mirada clavada en el suelo, ahora todo tenía sentido.

- Lo siento.- dijo él.

- Vámonos.- Le dije a Alexander mientras tomaba de nuevo el tridente y me dirigía a la escalera.

- Te digo que lo siento.- Repitió.

- Sólo dime una cosa.- dije mientras me giraba para mirarlo, tenía mis ojos llorosos, no quería verme débil otra vez pero lo estaba haciendo.- ¿Por qué no me mataste y ya?

Ethan y Alexander me miraban con tristeza, odiaba eso, odiaba la forma en que me veían, odiaba la forma en que tendría que vivir ahora.

- No lo quise hacer.- dijo.- No mereces ser tratada así y tampoco mereces morir por lo que hizo tu abuelo, puedo notar que tu no eres así.

Comencé a bajar las escaleras, cuando llegué abajo, ya no había lágrimas en mis ojos. Alexander también bajó, me abrazo sin que yo lo esperara, acepté su abrazo.

- ¿Que haremos ahora?- Le pregunté sin soltarlo.

- Los ayudaré a regresar, pero no podrán quedarse siempre allí.- dijo Ethan, que ya estaba parado junto a nosotros.
Alexander me soltó y yo a él.

- ¿Por qué no podremos quedarnos?- Preguntó Alexander.

- Porque Miranda sabe que es lo que harán, pueden ir por ella otra vez.

- No quiero eso.- dijo Alexander.

- Bien, entonces solo hay que pensar que hacer.- Me puse una mano en la frente, esto era demasiado.- No tengo a donde ir ahora.- dije

- Debe haber alguien que pueda ayudarte.- dijo Ethan.

Alexander me miro.
- ¿Crees que Annie pueda ayudarnos a encontrar a donde ir?- Me preguntó

- ¿Annie Cresta? La verdad no lo creo, ella ya tiene bastantes problemas, esta embarazada, además está con Johanna y ella te odia.- Dijo Ethan.

- ¿Esta embarazada?- Le pregunté sorprendida.

- Si, de Odair, al parecer se casaron cuando ambos estaban en el el 13, es una lástima.

Era demasiada información en ese momento, estaba feliz por Annie porque al menos se quedo con una parte de Finnick, aún así todo eso debía ser difícil para ella... De todas maneras, no perdía nada con pedirle ayuda.

- Es la única opción que tengo.- le dije.

- De acuerdo, los acompañare de regreso.- Dijo.

Después de sinsajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora