Mientras dormía varios recuerdos se presentaron en mi mente, en sueños.
Mi abuelo estaba sentado, mirando como filmaban el último mensaje transmitido en el que aparecía Peeta, el mensaje en el que advirtió del bombardeo al distrito 13, yo estaba parada junto a mi abuelo, hasta que apareció la propo de Katniss, fue entonces cuando me aparté al ver el enojo de mi abuelo.
- Esto es...- susurró con enojo.Peeta se veía muy mal, advirtió del bombardeo y entraron agentes de la paz y tomaron a Peeta de los brazos, apagaron las cámaras y comenzaron a golpearlo, yo traté te intervenir.
- ¡No!- Grité.
Uno de los agentes me tomó de un brazo y me pego a la pared, yo lloraba.- ¡Tienes que callarte!- me gritó mi abuelo. Lo obedecí.
La sangre de Peeta salpicaba las baldosas, me sacaron a rastras de ese lugar.
Entre abrí los ojos tratando de salir de ese sueño, pero de inmediato se cerraron otra vez.
«Cuando crezca quiero ser como tu» recordé haberle dicho a Katniss, y después estaba otra vez en mi habitación de la mansión siendo torturada con órdenes de mi abuelo, recordé el dolor y en mi mente lo comparé con el dolor de los golpes que me había dado Johanna. Cerré fuertemente mis ojos. Los juegos, los juegos en los que pude haber estado, ahora, aunque sea en un sueño: estaba allí.
- 5...- escuchaba mientras me encontraba parada en la plataforma.- 4... 3... 2... 1...Había empezado, yo corrí hasta la cornucopia y trate de buscar una espada. Alguien lanzó un cuchillo que paso justo junto a mi, al no encontrar la espada tuve que tomar un tridente que estaba cerca, evite otro de los cuchillos que alguien me lanzó y fue entonces cuando me di cuenta de que la persona que los lanzaba era Alexander.
- ¿Que estás haciendo?- trate de decir pero las palabras no salían de mi boca.
Lanzó el último cuchillo y por un momento sentí real el dolor que invadió invadió mi estómago, como si de verdad él me hubiera lanzado el cuchillo.
Abrí los ojos completamente y me senté, me golpee la cabeza con el techo, había olvidado que estaba en la cama superior de la litera.- ¿Tuviste pesadillas?- me preguntó Alexander.
- Si.- le respondí. Baje de la litera y salí de le habitación.
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Después de sinsajo
Fiksi PenggemarDurante años los vencedores los juegos del hambre se llenaban de riquezas y a mi parecer, eso era suficiente. Pero después noté que las riquezas no eran nada comparado con el sufrimiento que los tributos debían soportar antes y después de los juegos...