𝗜𝗱𝗼𝗹; Stray Kids.

Han.

Hace poco conocías a Han, ambos se llevaban de una manera un poco distinta, un día eran almas gemelas separadas y al siguiente enemigos a matar.

¿Cómo conseguiste confiar en el? Es una historia que muy pocas personas saben, el día con lluvia y truenos más aterrador que viste.

...

Era un sábado por la noche, había sonado tu alarma que dejaste horas antes cuando llegaste de trabajar, aún vivías solo en tu departamento ya que no querías invadir el espacio de los demás, aunque claro los chicos te pidieron ayuda para alojarlos de vez en cuando.

La noche anterior Han Jisung se había quedado en tu casa por qué era muy tarde para ir al departamento con los demás miembros y se había pegado a ti al salir de las prácticas.

Ese día era nublado, pequeñas gotas bajaban por el cristal de las ventanas y aunque la vista era hermosa para ti era algo que te daba miedo. Odiabas aquel sonido del crujir en el cielo sabiendo que vendría pronto una tormenta.

Saliste de tu cuarto, bajando las escaleras y tocando la puerta de la habitación para invitados llamaste a Jisung para saber si seguía ahí.

- Jisung-hyung? Sigue ahí?

- En la habitación no - sonó una voz desde la cocina.

Caminaste hasta esta con tus pasos siendo como siempre un poco torpes por el sueño.

- Sato, te molestaría ir por mantequilla? Es para la cena- dijo tranquilo.

- No, claro que no - dijiste en tono de burla pero aún así saliste de la cocina.

Tomaste tus tenis y saliste a la tienda cercana, compraste la mantequilla y para el momento dónde ibas de regreso escuchaste un trueno, tu sentido del oído se estremeció al escuchar aquello y solo pudiste encojer un poco tus hombros, seguías caminando cada vez más rápido hasta que llegaste, estabas un poco empapado ya que había empezado a llover, con la respiración agitada y una mirada algo perdida.

- Sato, estás bien? - se acercó Jisung.

- Eh? Si, ten- entendiste una bolsa blanca con la mantequilla dentro - iré a mi habitación, cena nada más tu, solo está vez - diste una sonrisa algo forzada para volver a tu habitación.

Entraste aquel lugar seguro, cerraste cortinas y puerta, apagaste el televisor y tomaste una de las colchas para envolverte en ella, estabas buscando el abrazo de tu madre que te daba cada que tenías miedo, de la nada se escucharon más truenos, empezaron a escucharse con más frecuencia las gotas en la ventana y la luz de tu lámpara de noche estaba tintineando.

Ahí fue cuando se fue la luz, todo el edificio había sufrido una sobrecarga y por seguridad se cortó la luz, tu departamento estaba a oscuras completamente.

Entonces todo empeoró, los truenos eran frecuentes, las gotas ahora solo eran simples notas acompañantes y tú corazón latía cada vez más rápido, tu respiración ya estaba agitada y tú garganta seca, fue en ese momento cuando Jisung paso por el marco de aquella puerta a la que olvidaste poner seguro, estaba preocupado y trataba de tranquilizarte cuando de la nada lo rodeaste con tus brazos.

Le habías dado un abrazo a Han Jisung, el se había impresionado, el solo sabía sobre que te desagradaba el contacto físico y te recibió el abrazo de manera lenta con pequeñas caricias en la espalda para calmarte.

Han Jisung ese día te demostró ser comprensivo, algo que muchas veces te costó encontrar en una persona.