The Old Toons 3️⃣

Nuevo Poder

Espero que les guste~

Nota: ¿A donde creen que cayeron los demás?

Oswald sólo puede ver, tieso y con los ojos bien abiertos, el desastre que ahora hay frente al castillo. Hay portales por todos lados, los ciudadanos ayudándose mutuamente para no caer en ellos pero varios integrantes de su pequeños grupo de "Old Toons" ya cayeron hace unos cuantos minutos atrás. En medio de todo eso, arrodillada y agarrando sus orejas con pánico, esta Ink, su ojos verde brillando, luciendo casi como si una llama verdosa de poder saliera de su ojo.

-¡Ink!- corrió hacia ella, esquivando con pasos torpes el portal repentino que se abrió en el suelo en su camino. -¡¿Qué rayos esta pasando?!- preguntó, exigiendo una respuesta en medio del pánico, arrodillándose frente a ella y apoyando sus manos en los hombros ajenos. Puede sentir el poder que emana ahora que está cerca.

-¡N-No lo sé!- negó, parpadeando, pero ninguno de los portales se cierra siquiera, si no que abren algunos más. -¡N-No sé que fue lo que pasó pero no puedo detenerlo!- y ahora hay lágrimas de miedo saliendo de sus ojos, Oswald mirándola con preocupación. -¡A-Ayúdame!-

-Esta bien, esta bien. Todo estará bien- decide abrazarla porque realmente no sabe qué más hacer pero queriendo intentar lo que sea que pudiera. La rodea con sus brazos para acercarla, sintiendo como ella se aferraba a él, llorando en su hombro. Sucede, lento pero seguro, el poder que emana ella parece disminuir, los portales cerrándose uno a uno hasta que ya no están. -¿Estas bien?- pregunta, separándose lo suficiente para ente para mirar su rostro. El pelaje de las mejillas de ella están húmedo y algo revuelto pero su ojos se ve normal ahora.

-Si...lo siento...- asiente ligeramente, mirando de reojo a su alrededor. Algunos de sus amigos están desaparecidos, caídos en quien sabe donde, mientras los habitantes se levantan de sus lugares y preguntar la razón del desastre, uno que ninguno de ellos tiene idea de cómo explicar. -Por todos los cielos...soy un desastre...- llora de repente, tapando su rostro con sus manos, gimiendo ligeramente.

-Ink...- llama, triste y preocupado ante la repentina reacción.

-No puedo...estar aquí...sin causar... ¡Ningún desastre!- gruñó, destapando su rostro para mostrar un cepo fruncido. -¡Nunca puedo hacer nada bien!- tironea ligeramente de sus orejas, esta vez llorando de frustración. -Cada aventura...cada locura...cada estupidez que nos sucede...¡siempre es mi culpa!- su ojos verde brilla de repente, poder emanando de éste. Oswald se asusta, tomando una de las manos ajenas entre las suyas y susurrando palabras tranquilizantes. -¡Maldición!- chillo, tapando su ojo. Por suerte, eso no pasa de ahí y ningún portal se abre, el brillo y poder desapareciendo después de unos parpadeo rápidos.

-Hey...- llamó, logrando que lo mirara después de unos segundos. -...no eres un desastre- sonrió ligeramente, algo nervioso por la obvia conversación emocional. No era bueno en ello pero lo iba a intentar. -Gracias a ti estamos todos juntos. Gracias a ti, Bendy salió de ese mundo aburrido suyo. Gracias a ti, Mickey y yo nos llevamos mucho mejor que antes. Gracias a ti, Félix encontró un lugar donde descansar. Gracias a ti, Cup y Mug tiene a donde escapar. Rayos, gracias a ti Julius y Alex son relativamente amables y sociables- apretó suavemente la mano ajena. Gracias a ella muchas cosas habían sucedido y muchas cosas habían cambiado. -Quizás si, traigas muchos problemas y locuras...- porque eso era una realidad a estas alturas, Ink era un imán de problemas. -...pero eso no importa porque nos enfrentaremos a lo que sea, juntos-

-¿Juntos?- lo mira fijamente, parpadeando.

-Juntos- asintió, abriendo los brazos, la coneja lanzándose para abrazarlo con fuerza.

-...has mejorado en lo la charla sentimental- murmuró contra el hombro ajeno, sonriendo con diversión al escucharlo bufar.

-No quiero mas practica por toda una semana, es agotador- se quejo, soltándola, sonriendo al verla reír ligeramente. -Bien...- se levantó, ella haciendo los mismo mientras se limpiaba lo mejor posible las mejillas. -...ahora, solo debemos buscar a los demás- se miraron entre ellos, ninguno de los dos tenía la respuesta a eso.