The Old Toons 3️⃣

Cambio

Espero que les guste~

Nota: "Bendy And the Dark Revival" salió hace muy poco y debo decir que, recordando el primer juego que salió hace unos años...¡este es genial! Tiene tanto pequeños detalles que es increíble y ¡al fin aparece Bendy como parte del juego! Es adorable :3

Sucedió de repente y casi en un flash, indoloro y rápido, aunque dejándolo algo mareado ante el repentino cambio. Su lugar había cambiado, las texturas e imagen siendo algo parecidas pero diferente aun, siendo aun más grande que antes, con un aspecto abandonado y manchas por todos lados, por no olvidarse por las frases escritas en grande en las paredes, criaturas completamente hechas de tinta y con un aire casi humano murmuraban mientras deambulaban por todo el lugar. Todo se sentía abandonado pero de alguna manera, mucho más vivo y enorme, casi como si fuera una cuidad en vez de un estudio de animación. Incluso su pequeño teatro, donde habían armado parte de su pueblo para grabar, se veía mucho más expandido a pesar de que en teoría ocupaba un solo cuarto.

También había un rostro nuevo, aunque familiar. Era una mujer de sonrisa cariñosa, algo materna, vestida con ropa antigua y con un tono amarillo brillando en sus ojos. Se presento como Audrey. Le agrado al instante, ella es dulce, tratándolo con tranquilidad pero a veces, se sentía casi como un niño cuando ella le hablaba. Extraño pero bienvenido por alguna razón.

Aunque cuando se vio a si mismo la primera vez, eso llamo mucho más su atención.

Bendy se miro al espejo, admirando el cambio que realmente no había esperado y que se le hacia extraño. Tenía un traje completamente negro ahora, con una corbata rojiza que tenía los largos del moño algo grandes y daba la ilusión de estar colgando ligeramente, sus guantes blancos con pequeñas manchas de tinta pero con sus zapatos luciendo limpios o tal vez la tinta no se notaba en el color negro. Parte de la tinta de su frente estaba corrida pero aunque había intentando, no había podido arreglarlo. Se veía algo cansado si era sincero, con algo que parecían ojeras bajo sus ojos oscuros, aunque no se sentía así.

-Aun no me ponen mi cola- bufo con un puchero infantil ante la falta de aquella fina extremidad que él mismo se había añadido. Bueno, después quizás podía hacerse otra.

-¿Bendy?- se volteo ante la llamada, viendo a su pequeño grupo de otros mundos mirándolo con asombro y sorpresa en sus rostros.

-Me veo bien, ¿no?- sonrío, aunque le tomaría algo de tiempo adaptarse a su nueva imagen. Le había gustado no usar ropa.

-¡Te ves asombroso~!- Ink fue la primera en salta, avanzando a grandes pasos y con una gran sonrisa para darle un abrazo al demonio, quien correspondió el gesto con una sonrisa cariñosa.

-Al fin te pusieron ropa- se burlo Félix, haciendo un gesto hacia el traje que el demonio ahora usaba.

-Habla él que vive desnudo desde su creación- señalo, el felino riendo ligeramente.

-Cierto, cierto- no se podía negar eso.

-¿Te sientes cómodo?- pregunto Mickey con una ligera sonrisa.

-Si...bastante en realidad- apenas se estaba dando cuenta que incluso con el cambio, se sentía cómodo, lo único raro era verse. -Ahora tengo...- rozo el moño rojizo.

-...algo de color- completo Oswald, mostrando una suave sonrisa ante la felicidad ajena. -El rojo te siente-

-¡Gracias!- sonrío enormemente, contento.

-Supongo que tu mundo también cambio- comento Cup con curiosidad, señalando hacia el proyector que llevaba al mundo del demonio.

-¡Mi mundo es enorme!- divago un poco sobre todo lo que había visto, los seres extraños que ahora deambulaban pero que no le hacían daño, de lo grande que ahora era su estudio y su pequeño lugar, de lo iluminado que estaba y de lo inundado de tinta que estaban en ciertos lugares, terminando por contar sobre su nueva amiga Audrey, los presentes escuchándolo con atención. -¡Oh!- recordó algo de repente. -¡Y Audrey me regalo algo!- les mostro con orgullo y felicidad el juguete que ella le había dado. Era parte de un tren, la locomotora para ser más exactos.

-Es genial~- sonrío Mug, enorme y contento. -Podemos pintarlo- comento ante la falta de color del pequeño juguete.

-¡¿En serio?!- los miro con ojos brillantes. -¡Hagámoslo!- el cambio era repentino y extraño pero muy bienvenido.