The Old Toons 3️⃣

Te Extraño

Espero que les guste~

Nota: Me inspire en un Tiktok que se me hizo super adorable ^_^

Para Mickey era un día completamente normal y tranquilo, dándole la bienvenida a la gente y sonriendo con cariño ante los niños emocionados que se le acercaban. Todo estaba bien...hasta que lo vio. Era un humano más, acompañado de lo que supuso era su familia pero su porte, su rostro y su sonrisa eran tan familiares que dolia. Habían pasado años pero aún podía recordar el rostro de su padre, sonriendo amablemente y enseñándole con paciencia. Era el mismo rostro y la misma sonrisa de aquella época antes de que no se sintiera bien.

-Papá...- pensó, dejando escapar un involuntario y tembloroso suspiro, sus ojos ardiendo ante las repentinas ganas de llorar que lo invadió de repente. -Ho-Hola, bienvenido a Disneyland- se las arreglo para decir, sintiendo el nudo de emociones que se estaba formando en su garganta.

-¡Hola!- saludo él, alegre. -¡Eres Mickey Mouse! Es un placer conocerte en persona, hemos estado esperando esta visita durante un tiempo-

-E-Es un placer tenerlos aquí- incluso si parecía grosero, no podía apartar la vista del rostro ajeno.

-¿Estás bien?- preguntó, sonando preocupado. De seguro podía notar su emoción brillando en sus ojos animados, junto a las lágrimas que se acumulaban rápidamente.

-Si, lo siento...- sonrió, nervioso. -...estoy bien, es solo que...te ves como alguien a quien no he visto en mucho tiempo...-

-Me parezco a Walt Disney, me lo han dicho mucho- rio ligeramente, de seguro recordando algunas cosas.

-Si...te pareces a él- soltó algo entre una risa ahogada y un sollozo. -Sé...que no eres él pero...- oh por todas las caricaturas, estaba llorando frente a un extraño, se sentía tan avergonzado pero esperanzado al mismo tiempo. Esperaba un rechazo educado, quizás que lo mirara con confusión o nerviosismo pero en vez de eso, pudo ver cómo la expresión de aquel hombre se ablandaba, entendiendo al parecer.

-Por supuesto- el hombre se agachó y extendió los brazos, mirándolo con una suave sonrisa y ojos cariñosos. Mickey jadeo, dejando que las lágrimas cayeran al fin y sollozando mientras avanzaba para acortar la distancia, parándose de pintas solo para pasar sus brazos por encima de los hombros ajenos, sintiendo como él lo rodeaba con sus largos brazos y lo alzaba ligeramente mientras lo abrazaba con tanto cariño a pesar de que se conocieron ese día. El ratón se aferro con todo lo que pudo, agradecido por aquel hombre que no lo apartó o se quejo por las lágrimas que ahora mojaba la ropa en la parte de su hombro, ignorando a la demás personas que los estaban mirando y los teléfonos que se seguro lo estaban filmando, solo se concentró en la amable voz que le susurraba palabras del consuelo y en la gran mano que acariciaba suavemente su espalda.

Se despidió de aquel señor luego de una rápida foto, apenado pero contento y aunque aseguró muchas veces que estaba bien, lo mandaron directamente a su casa. Se sentía bien, feliz y melancólico al mismo tiempo, aunque sin ganas de estar solo, así que por eso se acercó a el espejo mágico y lo atravesó, aliviado de ver a su hermano al instante.

-¿Estuviste llorando?- Oswald enarco una ceja ante los ojos irritados de su hermano, preocupado.

-Yo...- soltó una ligera risa nerviosa. -...un poco, si- no había manera de negarlo a estas alturas. El conejo parecía que quería preguntar, aunque dudo, antes de decidir suspirar.

-Ven aquí- abrazo al menor, quien no dudo en enterrar su rostro en el hombro del mayor. -¿Quieres ahogarte en conejos?- ofreció cuando se separó, rodeando con su brazo los hombros ajenos para guiarlo a la sala al recibir un ligero asentimiento.